El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dejó caer fuertes insinuaciones de elecciones anticipadas, cambiando así el enfoque del país desde las acusaciones de el ex jefe del Shin Bet, Yuval Diskin, de que los líderes del Estado judío podrían iniciar una guerra con Irán.
Las próximas elecciones generales en Israel no se esperan sino hasta octubre del 2013, pero una nueva ley de reclutamiento que podría obligar a los judíos ultraortodoxos y a la minoría árabe del país a prestar servicios comunitarios, y un próximo debate sobre el presupuesto podría dividir a la coalición de partidos ultraortodoxos y ultranacionalistas.
Con los sondeos de opinión mostrando a Netanyahu en camino para ganar un nuevo mandato si las elecciones se celebraran ahora, aumentó la especulación de que el líder israelí opte por adelantar los comicios.
En una reunión con ministros de su partido Likud, Netanyahu señaló que estaba considerando un voto adelantado, después de haber insistido públicamente en que iba a esperar hasta el año 2013.
«El primer ministro dijo que él va a hablar con líderes de la coalición en las próximas semanas acerca de la fecha de las elecciones», dijo el secretario del fu Gobierno, Zví Hausner. «No hay nada decidido, pero él quiere evaluar la realidad política», agregó.
Los medios de comunicación israelíes rápidamente cambiaron de tema, pasando de las acusaciones contra Netanyahu lanzadas por Yuval Diskin, el ex jefe del Shin Bet, para hablar de las elecciones que podría celebrarse a partir de agosto.
Diskin dijo que los líderes de Israel no estaban en condiciones de abordar las preocupaciones por el programa nuclear de Teherán, sugiriendo que podrían iniciar una guerra preventiva basada en «sentimientos mesiánicos».
Si bien funcionarios del Gobierno sugirieron que Diskin tenía ambiciones políticas o estaba resentido por haber sido rechazado para un ascenso, afirmaron además que el ex agente posiblemente había afectado los esfuerzos de Israel por apuntalar el proceso diplomático internacional sobre Irán.
«La razón por la cual los europeos y otros países están subiéndose a bordo en las sanciones no es su preocupación por el programa nuclear iraní, sino sus preocupaciones de que Israel pueda hacer algo respecto de ese programa. Europa trabaja para frustrar la acción militar, no para promoverla», dijo Hausner.
«Esto significa que si se está en contra de que Israel tome una acción militar, lo peor que puede hacer es socavar la credibilidad de esa opción», añadió.
Notas relacionadas:
Netanyahu adelantaría elecciones
Israel: Revisan posibilidades de adelantar elecciones
Amplio triunfo de Netanyahu en las primarias del Likud