La nueva líder del Partido Laborista, Shelly Yachimovich, intentará dar un nuevo impulso al partido histórico de la izquierda israelí centrando su campaña electoral en el descontento por la situación socioeconómica.
Así, el Partido Laborista, que cuenta actualmente con 8 bancas en el Parlamento, podría obtener, según los últimos sondeos, 17 escaños en las elecciones de este martes.
Si bien se mantiene lejos de la posición hegemónica de las tres primeras décadas posteriores a la creación del Estado de Israel, en 1948, se convertiría en la segunda fuerza parlamentaria, detrás de la unión entre el Likud del primer ministro Binyamín Netanyahu y el ultraderechista Israel Beiteinu del ex canciller Avigdor Liberman.
Yachimovich, quien se opone a la política ultraliberal de Netanyahu, se presenta como una defensora de las clases media y baja. Propone, entre otras cosas, aumentar los impuestos de quienes tienen mayores ingresos y mejorar los servicios públicos.
También descarta participar en un Gobierno de unión nacional dirigido por Netanyahu.
Si bien Yachimovich no participó directamente en las enormes manifestaciones del movimiento de «indignados» israelíes del verano de 2011, muchos jóvenes militantes que lideraron esta movilización figuran en la lista laborista para estas elecciones.
Corresponsal política de radio y televisión hasta 2006, Yachimovich se refería a menudo a temas sociales o vinculados con el feminismo en sus programas.
También denunciaba la corrupción y los vínculos entre el Gobierno y los empresarios. Así, criticó a Shari Arison, la mujer más rica del Israel, dueña del Bank Hapoalim, quien acaba de anunciar el despido de 900 asalariados.
Tras ser elegida diputada laborista en 2006, esta madre soltera rechazó el puesto de ministro de Industria y Comercio y se convirtió en una de las parlamentarias más activas del país, antes de ser reelecta en 2009.
Yachimovich impulsó la adopción de unas 15 leyes sociales, las cuales prevén, entre otras cosas, que la licencia por maternidad pase de 12 a 14 semanas y que las empresas tengan la obligación de darles a sus asalariados la posibilidad de trabajar sentados.
En septiembre de 2011, Yachimovich conquistó el liderazgo del Partido Laborista, contra el ex dirigente sindical y ex ministro de Defensa Amir Peretz, convirtiéndose así en la segunda mujer que dirige el partido desde Golda Meir (1969-1974).
No obstante, su discreción o ciertas posiciones sobre las relaciones con los palestinos suscitan críticas en sectores de izquierda.
Yachimovich propone un acuerdo con los palestinos basado en las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días en 1967, con algunos ajustes territoriales, pero negó en varias oportunidades a condenar al movimiento de los asentamientos judíos en Cisjordania.
Sobre este asunto afirmó que no había que reducir el presupuesto dedicado a los asentamientos mientras no se llegue a un acuerdo con los palestinos.
«No se puede tratar a los residentes de asentamientos establecidos legalmente y en función de decisiones gubernamentales como criminales», señaló, recordando que fueron los laboristas los primeros en impulsar su establecimiento.
Originaria de una familia modesta, Yachimovich nació en la céntrica ciudad de Kfar Saba en 1960. Su padre fue obrero de la construcción y su madre maestra.
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