La falta de información oficial que acompaña la actual ronda de negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina (AP), reanudadas el pasado julio con la mediación de EE.UU, condujo a que miembros del Gobierno que encabeza Binyamín Netanyahu, expresen sus diferencias políticas al respecto.
El ministro israelí de Finanzas y líder del partido centrista Yesh Atid, Yair Lapid, abogó por un «coraje histórico» que permita lograr un acuerdo de paz con los palestinos, aunque ello suponga la caída de la actual coalición de gobierno.
«Estoy decidido a hacer todo lo que esté a mi alcance para garantizar que este Gobierno mantenga su rumbo, aunque los acontecimientos de las negociaciones de paz obliguen a realizar ajustes en la coalición de un tipo u otro», afirmó Lapid.
En cambio, advirtió que su partido podría abandonar el Gobierno si éste no busca sinceramente un acuerdo negociado.
«No estoy dispuesto a que Yesh Atid sirva de hoja de parra para ocultar maniobras políticas sin sentido», agregó.
En total divergencia con la posición de Lapid, el ministro israelí de Economía y líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, Naftali Bennett, señaló que llegó la hora de que el Gobierno proponga un proyecto de ley para anexionar partes de Cisjordania y tome el control total sobre ellas.
En una entrevista a la emisora Israel Radio, Bennett insistió en que «en este momento Israel debe anexionarse partes de Cisjordania e instalar un control absoluto económico y militar sobre los asentamientos judíos de Judea y Samaria (Cisjordania)».
«Estoy a favor de la soberanía israelí sobre una zona donde residen 400.000 habitantes israelíes y sólo 70.000 árabes», acentuó.
Bennett también comentó que está «a favor de un acuerdo, pero de uno real, que no afecte a los intereses de Israel» y definió las tratativas actuales con la Autoridad Palestina de «broma».
«Imagínense una situación en la que se está negociando la compra de un coche con alguien que posee sólo la mitad del mismo, mientras que el propietario de la otra mitad dice que no reconocerá ningún acuerdo que se alcance. El comprador le da todo el dinero, pero a cambio recibe sólo la mitad del coche. Eso es ridículo», subrayó.
Al mismo tiempo, puntualizó que su partido se opone al marco actual de las negociaciones, pero no va a obstaculizar el proceso.
Al igual que Bennett, otras altas autoridades israelíes no parecen tan optimistas al respecto. «No tenemos un verdadero socio del otro lado con quien dialogar», declaró el ministro de Defensa, Moshe Yaalón, miembro del Likud, el mismo partido de Netanyahu.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, dirigente del partido ultranacionalista Israel Beiteinu, descartó que sea posible conseguir un avance significativo en las negociaciones con los palestinos durante el próximo año, aunque destacó que es crucial continuar con el diálogo «porque somos vecinos».
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