El ministro israelí de Economía, Naftalí Bennett, líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí y miembro del Gabinete de Seguridad que dirige el primer ministro Binyamín Netanyahu, propuso sorpresivamente que Israel alivie unilateralmente el bloqueo a Gaza.

Tanto Hamás como el resto de las facciones palestinas y gran parte de la comunidad internacional plantean ese requisito en las actuales negociaciones que se llevan a cabo en El Cairo con mediación egipcia. Sin embargo, según Bennett, no debe sellarse ningún acuerdo formal con la organización terrorista, sino que debe tratarse de «una decisión unilateral de Israel».

En opinión de Bennett, que varias veces llamó a conseguir una rendición incondicional de Hamás, cualquier acuerdo directo con ese grupo terrorista «dañaría nuestro derecho a atacar y destruir los túneles en Gaza» y serviría sólo para «fortalecerlo».

En declaraciones difundidas por el diario «Yediot Aharonot» al término de la reunión del Gobierno, Bennett explicó que Israel debe abrir los pasos fronterizos con Gaza y ampliar la zona de pesca en el Mediterráneo para permitir el desarrollo económico de la población en la franja costera palestina.

El bloqueo israelí a Gaza, del que Bennett era hasta ahora uno de sus principales defensores, impide la libre circulación de mercancías y perjudica el comercio, en particular de materiales de construcción, y priva a los habitantes de Gaza de libertad de movimiento.

Representantes palestinos e israelíes negocian desde hace días en Egipto en un intento por lograr un alto el fuego prolongado.

Hamás y el resto de delegaciones palestinas insisten que en que su meta es lograr que se levante el bloqueo económico y el asedio militar impuesto por Israel y Egipto a Gaza, medidas que «asfixian» a la población del lugar.

Israel exige el desarme total y la desmilitarización de la franja.

Por su parte, la Unión Europea (UE) propuso controlar los cruces fronterizos de Gaza y colaborar para impedir el paso de armas ilegales, un viejo reclamo de Israel, después de insistir en una tregua duradera.

Los cancilleres europeos reunidos en Bruselas ofrecieron reactivar y extender potencialmente su vigilancia en Rafah  - el único paso de la franja  hacia Egipto - y otros cruces fronterizos, si es que la UE recibiera un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y si esto contribuye a mejorar las condiciones de vida en Gaza.

También señalaron que podrían lanzar un programa de instrucción para policías y agentes aduaneros de la Autoridad Palestina (AP) para que sean emplazados en el enclave.

La UE comparte la posición israelí de que los grupos terroristas en la franja deben desarmarse y que el objetivo principal es garantizar un fin sustancial a la guerra entre las partes así como lograr un acuerdo general de alto el fuego que se prolongue con en el tiempo y que permita trazar un plan para la reconstrucción del territorio palestino devastado por los bombardeos.

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