La Corte Suprema de Israel ordenó el desmantelamiento, antes del 1 de julio, del barrio de la Colina de Ulpana levantado en tierras palestinas privadas en el asentamento judío de Beit-El, en Cisjordania, desautorizando así la petición del gobierno de Netanyahu.
El tribunal, además, se negó a aplazar la medida hasta el 1 de agosto, tal como habían reclamado las autoridades.
Según el fallo, los cinco edificios que albergan a unos 230 colonos deberían haber sido derribados antes del 1 de mayo.
El mes pasado, el Estado solicitó a la Corte Suprema un aplazamiento de 90 días antes de proceder a la demolición hasta encontrar una solución jurídica que permitiese salvar los edificios.
La asociación israelí de defensa de los derechos humanos Yesh Din, que representa los intereses del propietario palestino, elogió la «decisión justa» del tribunal, según un comunicado.
El domingo pasado, la Corte Suprema ya había criticado duramente la demanda de aplazamiento presentada por el Estado, al que acusó de retrasar deliberadamente el cumplimiento del fallo.
Según el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, la demolición de los inmuebles es «una imposición que el público no sabría aceptar».
Numerosos miembros de la coalición gubernamental reclamaron una solución para impedir la evacuación de los colonos de la Colina de Ulpana.
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