El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, decidió cumplir la orden del Tribunal Supremo de evacuar varios inmuebles construidos de forma ilegal en el barrio de Ulpana en el asentamiento judío de Bel El, en Cisjordania, lo que levantó contra él al ala más derechista de su gobierno.
La decisión significará el desalojo de cinco viviendas levantadas sobre terrenos privados palestinos en dicho asentamiento y su traslado a una zona militar aledaña.
La evacuación se hará en respuesta a un reciente fallo judicial del Tribunal Supremo que ordenaba demoler los inmuebles del barrio conocido como Colina de Ulpana, por estar en una parcela de propiedad privada y violar con ello las normas que rigen la colonización judía del territorio palestino de Cisjordania.
En esa zona hay más de 250 asentamientos y enclaves judíos que el gobierno israelí distingue como legales o ilegales según hayan sido construidos con o sin su autorización.
El primer ministro tampoco apoyará un proyecto de ley alentado desde su propio partido, y desde otros de la derecha más nacionalista, para eludir el fallo judicial y no tener que evacuar las viviendas.
Netanyahu, explicó un vocero de su oficina, cree que ese tipo de legislación puede exponer la colonización judía en Cisjordania a una severa crítica internacional, además de que el asesor jurídico del gobierno, Yehuda Weinstein, se opone a ella por considerarla indefendible ante los tribunales.
La decisión de demoler los cinco inmuebles levantó en armas al ala más nacionalista del Gobierno israelí, que pedía la destitución del ministro de Defensa, Ehud Barak, y del viceprimer ministro, Shaul Mofaz, por «causar daño a la colonización judía», según el diputado Danny Danón, del partido de Netanyahu, el Likud.
Barak y Mofaz, del ala más moderada de la amplia coalición que encabeza el primer ministro, son acusados de traicionar los intereses de la derecha nacionalista y de haber influido en la decisión de desalojar las viviendas.
«Me niego a cualquier evacuación, es una cuestión de principios», afirmó por su parte el diputado Zvulún Orlev, del partido nacionalista religioso Hogar Judío, también en la coalición de Netanyhau, quien amenazaba con dimitir.
Orlev sostuvo que en todos los asentamientos hay unas 9.000 viviendas sujetas a apelaciones judiciales y que si el barrio de Ulpana es evacuado podría servir de ejemplo para los demás.
En un afán de tranquilizar a los nacionalistas y garantizar la estabilidad de su gobierno, Netanyahu aseguró que por cada inmueble que sea desalojado «se construirán otros diez para fortalecer la colonización».
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