«Irán está cada vez más cerca de poder construir una bomba nuclear y el problema tendrá que ser enfrentado en el 2013», dijo el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en su encuentro anual con la prensa extranjera en Jerusalén.
Netanyahu señaló que Israel se estaba ateniendo a la línea roja que estableció en septiembre, cuando afirmó en Naciones Unidas que Irán no debería tener ni siquiera suficiente uranio enriquecido como para construir una sola ojiva nuclear.
«Dejé en claro que una vez que Irán atraviese ese umbral de enriquecimiento, las perspectivas de que nosotros detengamos efectivamente el programa de armas nucleares de Irán se reduciría dramáticamente», agregó.
«Irán está a dos meses y medio de atravesar la línea roja y no hay duda de que esto habrá de ser un importante desafío que deberá ser enfrentado el próximo año», añadió.
Además, Netanyahu defendió la construcción en la zona E1 de Cisjordania, condenada por la Unión Europea, y acusó al mundo de tener una doble moral al criticar los asentamientos judíos mientras guarda silencio ante los llamamientos de Hamás a la destrucción de Israel.
El mandatario hebreo se preguntó «dónde están las resoluciones de la ONU cuando el líder de Hamás habla abiertamente de destruir a Israel», en referencia a las declaraciones de Khaled Mashal que prometió «liberar toda Palestina desde el río Jordán hasta el Mediterráneo».
«No podemos aceptar que cuando los judíos construyen casas el mundo se alce en contra y cuando se llama a la destrucción de Israel todos callen», aseveró el primer ministro en referencia a la condena de la comunidad internacional a los recientes anuncios acercam de construcción de nuevas colonias israelíes.
Ante ello, el jefe del Ejecutivo afirmó que Israel «continuará defendiendo su seguridad y sus intereses» y reafirmó sus planes de construir en el área E1, entre Maalé Adumim y Jerusalén.
Según Netanyahu, todos los gobiernos israelíes trataron de construir en ese área y «es aceptado por todos, incluso por los propios palestinos, que esas zonas quedarán como parte de Israel en cualquier acuerdo final de paz».
En este sentido, afirmó que se trata de una política de continuidad respecto a anteriores ejecutivos y negó que la construcción en esas zonas impida la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Netanyahu aseveró también que la resolución de la ONU que aprobó el reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro ignora la seguridad de Israel», al tiempo que acusó a los palestinos de haber evitado negociar la paz en los últimos años.
A su juicio, los palestinos eludieron ir al diálogo con Israel «poniendo precondiciones año tras año».
«Lamento que desaprovecharan los últimos cuatro años y espero que no desaprovechen los próximos», concluyó.
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