Tras el procesamiento por un delito de abuso de confianza, las críticas de la prensa y la oposición y el inicio de la campaña electoral con mira a las próximas elecciones generales del 22 de enero, el ministro israelí de Exteriores, Avigdor Liberman anunció su dimisión.
«Sé que no cometí ningún delito», explicó en el inicio de la nota emitida a los medios antes de dar la noticia: «Debido a que tras tantos años de investigaciones, escuchas y acusaciones judiciales quiero dejar este asunto detrás y aunque los juristas más prestigiosos coinciden que no tiene ningún concepto delictivo, decidí renunciar de mi cargo de ministro de Exteriores y viceprimer ministro».
Los medios coinciden en resaltar que el anuncio del fiscal general y asesor jurídico del Gobierno, Yehuda Wainstein, no afectará el futuro político de Liberman ya que decidió cerrar el principal caso de corrupción, que contenía supuestos delitos de blanqueo de dinero, fraude y acoso de testigos.
A poco más de un mes de los comicios en Israel, prácticamente todos los líderes de la oposición exigieron la dimisión de Liberman. Sobre todo porque los precedentes - como por ejemplo el del ex ministro de Interior, Arié Deri, hace 20 años - indican que si un miembro del Gobierno es inculpado debe renunciar inmediatamente, aunque se trate de un delito menor.
El canciller israelí, tras ser inculpado de abuso de confianza y fraude, en un caso relacionado con el ex embajador en Bielorrusia, Zeev Ben Arié, no quería perder apoyos de cara a las elecciones. Además, al salir limpio de las principales y graves sospechas que le acompañaron desde hace 16 años no pagará un precio personal y político.
Liberman solicitó que se le retire la inmunidad a la que tiene derecho y, según su entorno, espera que el caso tenga una solución antes de la cita electoral del 22 de enero. Todo apunta a que el líder ultranacionalista buscará un acuerdo rápido con la Fiscalía. Además, con su renuncia, evitó las críticas y podrá esperar con calma las elecciones para regresar al Gobierno.
Pocos creen que la dimisión de Liberman influya negativamente en la casi segura victoria de la lista electoral conjunta con el Likud de Netanyahu. De hecho, su renuncia no abarca dejar el segundo puesto en la lista del partido Likud Beiteinu que según todas las encuestas publicadas le auguran una holgada victoria.
Según un sondeo de intención de voto del diario «Maariv», Likud Beiteinu obtendría 38 escaños - de 120 en el Parlamento - seguido por los 20 del Partido Laborista de la ex periodista Shelly Yachimovich.
«Espero y deseo que demuestres su inocencia y que pueda regresar a un cargo importante en el Gobierno», dijo hoy Netanyahu en un comunicado.
Se espera que el propio Netanyahu no nombre a nadie en lugar de Liberman y que él mismo mantenga el cargo en lo que resta de la legislatura.
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