El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, viajará hoy a Rusia para mantener una reunión con el presidente del país euroasiático, Vladimir Putin.
El encuentro se celebrará en la localidad de Sochi, ubicada en el mar Negro, y tendrá como principal materia la crisis política en Siria, según fuentes cercanas al mandatario hebreo.
El Gobierno israelí expresó en varias ocasiones su preocupación por la presunta intención de Moscú de vender a Damasco sistemas defensivos avanzados. Sin embargo, las autoridades rusas descartaron esa posibilidad, si bien señalaron que podrían entregar aquellos pactados en base a acuerdos existentes.
La semana pasada, el diario estadounidense «The Wall Street Journal» informó que Israel comunicó a Estados Unidos que el acuerdo entre Rusia y Siria para la venta de sistemas de misiles S-300, que reforzarían significativamente la capacidad del régimen sirio de prevenir una intervención exterior en la guerra civil, era inminente.
«Rusia no prevé vender. Rusia ya los vendió hace tiempo, firmó los contratos y está completando las entregas, en línea con los acuerdos alcanzados, de material que es tecnología antiaérea», afirmó el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, según informó el diario «The Jerusalem Post».
Por su parte, el jefe del Instituto Ruso de Oriente Medio, Evgueni Satanovski, aseguró que «Netanyahu llega para insistir y aleccionar de que más nos vale no alterar el equilibrio de armas y tecnologías militares en la región y no vender los misiles S-300».
Satanovski rehusó vaticinar el resultado de la entrevista pero, a su juicio, «Israel tiene cosas que ofrecer en esta negociación. Hoy se plantea el tema de la escuadra rusa del Mediterráneo y su futura base», recordó.
El experto agregó que «el puerto israelí Haifa está cerca y no es casual que el buque de asalto anfibio Azov lo visitó ahora, por primera vez en la historia».
Rusia se propone restablecer su presencia naval permanente en el Mediterráneo. Actualmente, su Armada usa como base logística y de mantenimiento el puerto sirio de Tartus.
Boris Dolgov, colaborador jefe del Instituto, también admitió que Netanyahu y Putin «podrían tratar el tema de suministros militares rusos a Siria. Pienso que el asunto no debería preocupar a Israel porque se trata de armas defensivas, los sistemas antiaéreos cuya función es proteger a Siria», añadió.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con sede en Londres y una amplia red de informantes en el país árabe, cifró en 82.000 el número de muertos en el marco de los enfrentamientos en Siria.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudita, Qatar y Turquía, entre otros.
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