El primer ministrp israelí, Binyamín Netanyahu, reiteró la orden a sus ministros de no hacer comentarios acerca de los dramáticos acontecimientos que se vienen realizando en los últimos días en Egipto y que acabaron en un golpe de Estado.
«Es un tema interno egipcio muy sensible que seguimos muy de cerca como es lógico pero sin voluntad de intervenir o comentar al respecto», afirmó una fuente gubernamental citada por el diario «Israel Hayom».
Según agregó el periódico, un funcionario israelí, también bajo el anonimato, señaló que «es importante que el pueblo egipcio pueda acceder a un nivel de libertad y de autogestión, pero la situación actual envía ondas expansivas a todo el mundo árabe, por eso Israel está preocupado».
Los diplomáticos de la embajada en El Cairo se encuentran en Israel desde el pasado fin de semana a la espera de noticias. Israelíes y palestinos coinciden en señalar que lo que sucede y sucederá en Egipto acabará influyendo en Israel, Cisjordania y Gaza.
El golpe de Estado contra los Hermanos Musulmanes y Mohamed Mursi es seguido con mucho detalle y preocupación en Israel. En el Gobierno nadie llora la caída de un presidente que se negó durante su año de mandato a pronunciar la palabra 'Israel' y a mantener un contacto directo con el Estado hebreo. Tampoco hay, sin embargo, satisfacción o euforia ya que para el Ejecutivo israelí si hay algo peor que un régimen islamista y hostil es uno dominado por el caos y la incertidumbre.
A corto plazo, la preocupación es que los grupos yihadistas en el Sinaí aprovechen la crisis para lanzar ataques contra el sur de Israel.
Concentrado en la transición y en los Hermanos Musulmanes, el Ejército de Al Sisi tendrá menos tiempo y recursos para controlar la frontera en la que operan elementos vinculados a Al Qaeda del Sinaí y Gaza.
Giora Eiland, general en la reserva y ex asesor del Consejo Seguridad Nacional, cree que «lo que sucede a 300 o 400 kilómetros de nuestra frontera no influye de momento en Israel, que no debe estar preocupado ahora mismo». Según afirmó en una entrevista con la radio militar, 'Galei Tzáhal', «el Ejército es el organismo en Egipto que mantiene el diálogo con Israel como lo hizo durante la época de Mubarak y Mursi».
«Por un lado, para Israel es bueno a largo plazo el fracaso de la experiencia gubernamental de los Hermanos Musulmanes en Egipto, ya que lideran una línea ideológica sin concesiones que en el futuro podría poner en peligro el acuerdo de paz. Por otro, la estabilidad relativa del último año en Egipto puede ser mejor que el caos que aun puede estallar», escribió el analista Amir Rapaport en el diario «Maariv» destacando el pragmatismo de los Hermanos Musulmanes en el último año.
Con Mursi en el poder, las fuerzas armadas egipcias no sólo mantuvieron la colaboración con Israel en temas de seguridad, sino que la estrecharon; especialmente entre altos funcionarios del ministerio de Defensa en Tel Aviv y los servicios de Inteligencia en El Cairo.
Mursi incluso «sorprendió» a muchos en Israel al intervenir personalmente para imponer a la organización terrorista Hamás la tregua en Gaza, permitir a sus efectivos en el Sinaí combatir contra la Yihad Mundial y sellar túneles de contrabando con la franja controlada por Hamás.
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