El rey de Jordania, Abdullah II, afirmó que las conversaciones directas que tuvieron lugar en enero en Ammán no fracasaron y que en los próximos días darán una indicación sobre hacia dónde van dirigidas, informó el diario israelí «The Jerusalem Post».

En las conversaciones participaron delegados israelíes y palestinos y llegaron a su fin sin que se lograran progresos en ninguno de los campos tratados, motivo por el que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, consultó a sus homólogos árabes sobre el próximo movimiento.

Las conversaciones tuvieron lugar a propuesta del Cuarteto para Oriente Medio, que establecieron en octubre una fecha límite de tres meses para que ambas partes presentaran sus propuestas sobre fronteras y seguridad con la finalidad de alcanzar un acuerdo definitivo a finales de 2012.

Israelíes y palestinos mantuvieron un total de cinco sesiones de conversaciones, en las que la Autoridad Palestina presentó sus propuestas basadas en la creación de dos Estados en las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como capital de Palestina.

Por su parte, Israel propuso convertir la valla de seguridad en Cisjordania en la frontera del futuro Estado palestino, quedando Jerusalén Oriental del lado israelí, lo que fue tildado de «indigno» por Abbás.

Abdullah II recalcó que está dispuesto a seguir involucrado en el proceso y apuntó que la continuación del mismo es importante a la vista de los cambios que está sufriendo la región.

El monarca jordano señaló que «las políticas unilaterales israelíes, incluyendo las medidas para modificar la identidad de Jerusalén y las amenazas contra sus lugares sagrados, constituyen un gran obstáculo al reinicio de los esfuerzos de conseguir paz», según informó la agencia estatal de noticias jordana, Petra.

Por ello, Abdullah II indicó que Estados Unidos debería estar involucrado en los esfuerzos por conseguir un acuerdo justo y advirtió de que el fracaso de conseguirlo a través de los esfuerzos diplomáticos «exacerbará las tensiones en una región en la que algunos países presencian transformaciones políticas sin precedentes».