Manifestantes palestinos erigieron un nuevo campamento en el noroeste de Jerusalén, en la que es la segunda iniciativa de este tipo en las últimas semanas, tras el desmantelamiento por parte de autoridades israelíes de las tiendas instaladas en la zona cisjordana conocida como E-1, próxima a la capital de Israel.

Los activistas levantaron tres tiendas de campaña y un pequeño edificio en un área cercana a Beit Iksa y llamaron al campamento Al Karamah (Dignidad, en árabe).

Beit Iksa se encuentra rodeada de asentamientos judíos y será totalmente enclaustrada por la valla de seguridad que Israel está construyendo separándola de Jerusalén.

En respuesta a la iniciativa, fuerzas israelíes cerraron el puesto militar ubicado a la entrada de la localidad para evitar que más activistas se unan a la misma.

El Tribunal Supremo israelí dio la razón al Gobierno hebreo y autorizó el desalojo del primer campamento al considerar que la concentración podría ser el detonante de manifestaciones de mayor escala y constituiría un riesgo para la seguridad regional.

La corte recordó que en el pasado ya se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y las personas acampadas. En estos enfrentamientos, la policía israelí utilizó granadas aturdidoras y bloqueó el acceso de los activistas que trataban de regresar a las tiendas de campaña.

E-1 es una zona de 12 kilómetros cuadrados que se extiende al norte y al oeste del asentamiento judío de Maalé Adumim, el más grande de Cisjordania.

El Gobierno israelí anunció su intención de construir 3.000 viviendas que unirían al asentamiento con Jerusalén Oriental, lo que podría partir en dos dicho territorio y aislarlo de la ciudad.

Notas relacionadas:

Israel desaloja campamento de protesta palestino

Activistas palestinos acampan en zona E-1

Israel: Impedir tercera Intifada en Cisjordania