El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, consideró crucial restaurar cuanto antes la autoridad civil en Egipto, después de que el Ejército abolió la Constitución y depuso al presidente Mohamed Mursi.
«La interferencia militar en los asuntos de cualquier Estado es siempre motivo de preocupación, por lo tanto, es crucial restaurar rápidamente la autoridad civil, de acuerdo con los principios democráticos», afirmó Ban en un comunicado difundido por su portavoz.
Ban hizo un llamamiento a la calma, la contención y la no violencia, subrayando la necesidad de preservar los derechos fundamentales, incluidos los de libertad de expresión y reunión, al tiempo que consideró esencial gestionar esa crisis política con un enfoque inclusivo.
«El mundo está observando atentamente los próximos pasos con la esperanza de que los egipcios sigan un curso pacífico, superen las profundas dificultades que afrontan y encuentren el necesario terreno común para seguir adelante con la transición democrática por la que muchos lucharon valientemente», indicó el líder de la ONU.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, advirtió a los militares egipcios de las consecuencias de gestionar mal la inestabilidad política que abrieron al deponer al presidente Mursi y anular la Constitución.
«Al fin y al cabo, es su país y encontrarán su camino, pero habrá consecuencias, si se gestiona mal. Hay leyes que nos imponen cómo actuar ante este tipo de situaciones», señaló Dempsey, en declaraciones a la cadena estadounidense CNN.
Dempsey se refirió a las normas jurídicas que obligan al Gobierno de Estados Unidos a interrumpir el flujo de ayuda a un país cuando un gobierno elegido democráticamente sufre un golpe de Estado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ya anunció, a través de un comunicado que ordenó «revisar las implicaciones, conforme a la legislación, de la ayuda al Gobierno de Egipto».
También las autoridades de Rusia llamaron a la contención a todas las partes en Egipto después del golpe de Estado.
«Lo importante en las circunstancias actuales es que todas las fuerzas políticas de Egipto den pruebas de contención y se guíen en sus obras y gestos por los intereses nacionales», aseveró el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Asimismo, el Gobierno de Vladimir Putin consideró necesario que todas las partes «confirmen en la práctica su aspiración de resolver democráticamente los problemas acumulados en el terreno político, social y económico sin recurrir a la violencia y teniendo en cuenta los intereses de todos los sectores y confesiones de la sociedad egipcia».
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