El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás reconoció en un encuentro con la canciller alemana, Ángela Merkel, que las negociaciones con Israel son difíciles, pero no se encuentran paralizadas, aunque se desarrollan con lentitud por los numerosos puntos de fricción entre ambas partes.
«Las negociaciones son difíciles pero no están en un punto muerto. Esto acaba de empezar y nueve meses es tiempo de sobra para lidiar precisamente con las cuestiones que complican estas conversaciones», afirmó.
Abbás salió al paso de las numerosas informaciones aparecidas en las últimas semanas que dan el proceso de paz por bloqueado, desde declaraciones de oficiales de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que daban las conversaciones por disueltas, hasta opiniones de fuentes diplomáticas occidentales que culpaban de la parálisis a la insistencia de Israel en dominar los términos de la negociación.
Por su parte, Merkel aseguró que Alemania continuará con su apoyo al proceso de paz en Oriente Medio y su ayuda al desarrollo económico en los territorios palestinos.
«Alemania siempre apoyó el desarrollo económico en los territorios palestinos y lo seguirá haciendo», sostuvo la líder german en una comparecencia conjunta ante la prensa en Berlín.
Abbás agradeció a Merkel el apoyo recibido hasta ahora y manifestó su esperanza en que éste continúe.
Los dos políticos hablaron de la marcha de las negociaciones entre Israel y la AP de y Merkel se mostró satisfecha por su reanudación.
«Tenemos una oportunidad histórica, tenemos que aprovecharla y quiero llamar a la parte israelí a que la aproveche», indicó Abbás.
«Podemos estar al comienzo de un proceso que no sólo lleve a la paz entre Israel y la Autoridad Palestina sino también entre Israel y el mundo árabe», agregó.
Ambos jefes de Gobierno coincidieron en que a la larga debe llegarse a una solución de dos Estados.
Mientras que Merkel advirtió en contra de posibles pasos unilaterales, Abbás señaló su esperanza de que al final, en una solución de dos Estados, Jerusalén pueda ser la capital conjunta y una ciudad en donde tengan cabida todas las religiones.
Los dos mandatarios criticaron además el aumento de los asentamientos judíos en Cisjordania y los calificaron como un obstáculo al proceso de paz.
«Es claro que el tema de los asentamientos puede poner en peligro las negociaciones y se lo dije al primer ministro Netanyahu cada vez que hablé con él», señaló Merkel.
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