Un antiguo empleado de Zara en Estados Unidos presentó una demanda en un tribunal de Nueva York en la que acusó a la empresa por «discriminación» y despido improcedente y exigió una indemnización de 40 millones de dólares.

La demanda fue interpuesta en la Corte Suprema de Nueva York por Ian Jack Miller, ex director jurídico de Zara USA, filial de Inditex en Estados Unidos, en la que denunció que fue despedido en marzo pasado por «judío, estadounidense y homosexual».

«El señor Miller exige daños y perjuicios por más de 40 millones de dólares por ambiente laboral hostil, discriminación salarial y despido discriminatorio y en represalia», dijo su abogado, David Sanford.

Miller afirmó que fue acosado con correos electrónicos que le enviaban con contenidos pornográficos, que fue excluido de reuniones, que su salario tuvo una vertiginosa reducción y que finalmente fue despedido bruscamente después de siete años trabajando para la compañía.

La demanda no está dirigida contra el dueño de Inditex, Amancio Ortega, pero asegura que algunos de los ejecutivos que le acosaron fueron «designados personalmente por Ortega» para sus trabajos y no recibieron reprimendas por su «relación cercana al señor Ortega».

En concreto, la demanda fue dirigida en contra de Moisés Costas, ex consejero delegado de la filial estadounidense de la multinacional española, y Dilip Patel, actual director gerente de Zara USA.

Miller aseguró también que de forma regular, los ejecutivos se intercambiaban correos electrónicos racistas en los que aparecía el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con un capirote de Ku Klux Klan y la bandera confederada o Michelle Obama sirviendo pollo frito.

Asimismo, afirmó que durante años no habló de su origen judío por el antisemitismo abierto de la empresa, mencionó polémicas como la de los «bolsos con la esvástica» nazi o los «pijamas de rayas» y denunció que al saber que era judío «todo cambió».

Zara USA remitió un comunicado en el que aseguró que las acusaciones de su antiguo empleado son «chocantes» y anunció que la empresa responderá «de manera vigorosa» y se defenderá en los tribunales.

«No toleramos ningún comportamiento que sea discriminatorio o irrespetuoso, y valoramos las contribuciones de cada individuo a nuestra organización dinámica», añadió la empresa en el mismo comunicado.

Zara se fundó en 1975 y tiene abiertas más de 2.000 tiendas en 88 países, según informa en su página web.

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