Una versión moderna de «Tannhäuser», la ópera de Richard Wagner, en la que se muestra a gente que muere en las cámaras de gas causó un escándalo durante su estreno en Düsseldorf, Alemania.
Bastaron sólo 30 minutos de espectáculo para que se escucharan insultos y abucheos del público, y muchos espectadores abandonaran la sala enfurecidos.
Durante la obertura de la ópera se muestran a los actores dentro de un cubo de vidrio que se llena con una niebla: una alusión a las matanzas en las cámaras de gas nazis.
En otra escena se ve a una familia a cuyos miembros les afeitan la cabeza y los ejecutan.
«El espectáculo está hecho con mal gusto», afirmó Michael Szentei-Heise, principal portavoz de la comunidad judía de Düsseldorf.
«La ópera no tiene nada que ver con el Holocausto», agregó.
La vocera de la compañía Deutsche Oper am Rhein, Monika Doll, dijo que se está estudiando la posibilidad de cambiar las escenas más escandalosas, creadas por el dramaturgo Burkhard Kosminski, e indicó que no tenía la intención de herir a nadie.
«No se trata de burlarse de las víctimas, sino lamentarlas», señaló Christoph Meyer, director de la ópera.
La acción de «Tannhäuser y el torneo de trovadores del castillo de Wartburg», presentada por primera vez en 1845, sucede en la Edad Media. Los temas principales son la lucha entre el amor sagrado y profano y la redención a través del amor.
El próximo 22 de mayo se celebra el bicentenario del nacimiento de Richard Wagner. Hitler era un gran admirador del músico, que era un ferviente antisemita, y su música es prácticamente tabú en Israel.
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