Uno mira la tabla y no lo puede creer. Macabi Tel Aviv que estaba poco menos que afuera de los TOP 16 de la Euroliga de basket después de las tres derrotas como local al término de la primera rueda, lleva ahora cinco victorias al hilo.

De no mediar una inesperado traspié frente al Besiktas turco en el próximo partido que se jugará en el Nokia Arena, el conjunto que dirige David Blatt ya estará clasificado a cuartos de final una fecha antes del término de la segunda fase.

El triunfo macabeo conquistado en el siempre difícil Pabellón de la Amistad y la Paz de Pireo ante unos 6.000 ruidosos hinchas del actual campeón europeo, el Olimpiacos, fue la mejor señal que el conjunto hebreo de la segunda rueda de los TOP 16 por fin encontró la fórmula de jugar como equipo.

Ni siquiera la ausencia por enfermedad de Lior Eliahu fue obstáculo para que los auriazules hagan un primer tiempo casi perfecto con una defensa quee supo como suplir la falta de altura con dobles marcas y cerrando la zona de la pintura para obligar a los los locales a tiros de media y larga distancia.

De 21-13 al final del primer cuarto, con la buena conducción de Yogev Ohaión, las ventajas se fueron estirando en el segundo con la gran actuación de David Logan (20 puntos, 4 de 9 en triples y MVP del partido) hasta llegar a 18 tantos de diferencia, 41-23, al término de la primera etapa.

La segunda ya fue otro cantar. Macabi no pudo aguantar el ritmo de ataques rápidos y por otro lado Spanoulis, la estrella local, afinó la puntería, al igual que dos ex Macabi: Shermadini y Dorón Perkins.

Las diferencias para Macabi Tel Aviv se acortaron al final del tercer cuarto, 56-49.

Los nervios jugaron un papel preponderante en los últimos minutos. Olimpiacos se puso a sólo tres puntos de Macabi, 63-60. Parecía que la remontada daba sus frutos. Pero un triple de Dewin Smith a poco del final y tiros libres de Ricky Hickman aseguraron la muy festejada victoria que deja a los macabeos en tercer lugar del grupo y hasta con cierta chance de finalizar en el segundo puesto, lo que le daría ventaja de localía en los cruces de cuartos de final.

¿Quién lo imaginaría hace poco más de un mes? No hay dudas que buena «culpa» de lo ocurrido es de David Blatt, que inyectó confianza y optimismo en el plantel. Parafraseando a Barak Obama - del cual declaró ser pariente lejado por intermedio de Michelle - «Yes, we can».

Notas relacionadas:

No de la misma liga

Siempre existe una primera vez...

Perder en casa es perder dos veces