El Gobierno israelí aprobó un proyecto modificado de acuerdo con una compañía de gas estadounidense sobre el desarrollo de los yacimientos submarinos de gas natural del Estado judío en el Mar Mediterráneo.
Se trata de la segunda versión de un pacto entre el Ejecutivo hebreo, la firma norteamericana Noble Energy y el grupo israelí Delek, del magnate Itzjak Tshuva.
La aprobación fue casi unánime. Sólo se opuso el titular de Protección del Medio Ambiente, Avi Gabay.
A fines de junio, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, retiró el proyecto antes de una votación del Parlamento porque no tenía la mayoría de más de 60 diputados de 120 miembros de la Cámara para aprobarla.
El acuerdo estipula que el grupo Delek venderá sus acciones en los yacimientos de gas Tamar, Karish y Tanín dentro de seis años, y que Noble Energy reducirá su participación para que no exceda del 25% durante el mismo periodo. Además, los precios del gas natural serán regulados en este lapso de tiempo.
Actualmente, Noble Energy y Delek Group controlan los cuatro yacimientos de gas natural submarinos de Israel: Leviatán, Tamar Karish y Tanín.
Tras la aprobación por parte del Gabinete, el acuerdo será sometido a la aprobación parlamentaria, donde enfrentará algunas dificultades por la fuerte oposición de los partidos de centro-izquierda.
La coalición de Netanyahu tiene un margen muy estrecho sobre la oposición, de 61 frente a 59, lo que incrementa las posibilidades de una disputa política sobre este asunto.
Netanyahu describió a la decisión de aprobar el acuerdo como «histórica» porque inyectará «cientos de miles de millones» de shekels en la economía israelí.
Las negociaciones y la versión previa del acuerdo generaron muchas críticas, incluida la de que el pacto sólo fortalecerá el monopolio de las compañías sobre los yacimientos de gas natural e incrementará los precios a los consumidores con reglamentos laxos sobre la conducta de las empresas, y que existen muchos detalles ocultos al público.
Varias decenas de activistas israelíes protestaron afuera de la reunión del Gabinete contra la aprobación del acuerdo y exigieron al Gobierno que revele los términos completos del mismo.
Con este acuerdo, se espera pasar página a meses de incertidumbre y querellas, que ralentizaron la explotación de unos recursos de los que Israel espera un gran beneficio económico e incluso estratégico.
No obstante, el pacto sigue pendiente de la votación en el Parlamento.
Desde 2013, Noble Energy y Delek explotan juntos el yacimiento de Tamar, a unos 80 kilómetros de Haifa. También son socios en el desarrollo de Leviatán, el mayor yacimiento de gas natural del Mediterráneo, cuya explotación, a 130 kilómetros de Haifa, comenzará cuando empiecen a agotarse las reservas del campo de Tamar.
Según uno de los puntos del acuerdo, el consorcio se compromete a invertir 1.500 millones de dólares en el desarrollo del campo de Leviatán en los dos próximos años.
A finales de junio, el Gobierno tomó la decisión excepcional de catalogar como «asunto de seguridad naciona»l dicha explotación, lo que colocó la actividad fuera de las leyes antimonopolio.
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