La policía israelí arrestó al menos a nueve personas por delitos relacionados con racismo contra árabes y ataques contra fuerzas de seguridad, informaron medios locales.
Agentes de policía detuvieron en el centro de Jerusalén a cuatro adolescentes judías, residentes en los asentamientos Yitzhar y Tapuaj, en Cisjordania, después de que éstas atacaran con gas lacrimógeno a un árabe que paseaba con su esposa y su hija de un año en el mercado Agripas de la ciudad.
Seguidamente, las menores atacaron a un taxista árabe mientras las llevaba al barrio de Arnona.
Las jóvenes fueron retenidas durante unas horas y puestas en libertad con la prohibición de viajar a Jerusalén en los próximos quince días.
Incidentes de ese tipo llevaron a taxistas de Jerusalén a cesar el servicio nocturno, informó el diario «Haaretz».
En Akko, un grupo de vándalos atacó el coche del jeque Samir Aasi, imán de la Mezquita de Al Jazzar y uno de los promotores del diálogo interconfesional entre musulmanes, judíos y cristianos.
El jeque Aasi viajó a Jerusalén para ofrecer sus condolencias a los familiares de los cuatro rabinos asesinados en el atentado terrorista en la sinagoga de Har Nof.
También en el norte, en la localidad de Hadera, próxima a Haifa, un ciudadano israelí fue detenido por intentar agredir a los trabajadores árabes de un restaurante.
Según «Yediot Aharonot», el hombre llegó por la noche al local y amenazó al dueño, al que le exigió que expulsara a los trabajadores árabes.
En Petaj Tikva, ciudad cercana a Tel Aviv, cuatro miembros de la organización racista judía «Lehavá» - dedicada, entre otras actividades, a impedir los matrimonios mixtos - fueron detenidos cuando intentaron agredir a la policía.
La tensión entre israelíes y palestinos se intensificó notablemente en los últimos día. Dos israelíes resultaron heridos en un ataque en el barrio árabe de Abu Tor, en Jerusalén, informó el portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.
Según su versión, los israelíes fueron agredidos cuando caminaban por la calle. Uno fue atacado con un cuchillo y el otro con una vara de hierro.
La policía cree que se trató de un ataque terrorista y busca a los responsables.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, habló por teléfono con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y con el líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, dos días después del sangriento ataque a la sinagoga, y dijo sentirse «extremadamente alarmado» por el incremento de la violencia.
Ban solicitó mesura a ambos mandatarios para no generar una mayor escalada del conflicto.
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