El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, recibió el encargo del presidente del Estado, Reuvén Rivlin, para constituir el próximo gobierno del país.

«En democracia, la mayoría manda y la mayoría hizo oír claramente su voz», manifestó Rivlin en el acto oficial del anuncio ante Netanyahu.

«Habiendo consultado a los delegados de los partidos electos, anuncio que más de 61 diputados recomendaron al primer ministro Binyamín Netanyahu como el candidato idóneo para formar un nuevo gobierno», dijo.

Anteriormente, Rivlin recibió del presidente de la Comisión Central Electoral, el juez Salim Yubrán, los resultados oficiales de las elecciones, en las que el Likud, que lidera Netanyahu, se convirtió en la fuerza más votada, con 30 diputados, 6 más que la coalición de centroizquierda Grupo Sionista.

Durante su reunión con Yubrán, Rivlin destacó que «un alto número de votantes es una bendición para la democracia. Qué terrible sería si el deber democrático de votar se viera como una maldición o algo desaconsejable. Aquel que tiene miedo de que se ejerza este derecho al final verá lanzarse piedras en las calles».

Palabras que fueron interpretadas por diferentes medios y analistas como una reprimenda a Netanyahu previa a su aceptación, después de que el jefe del ejecutivo animara a la derecha el día de las elecciones a acudir a las urnas porque los árabes estaban siendo llevados a «votar en masa», comentario por el que posteriormente se disculpó.

Al termino de su encuentro con Yubrán, quien destacó que con un 72,4% la participación electoral para elegir al 20º Parlamento y el 32º gobierno de Israel «fue la más alta en décadas», Rivlin procedió a reunirse con Netanyahu

En una rueda de prensa conjunta, el presidente israelí señaló que son tres las tareas que debe afrontar el próximo gobierno: afianzar las relaciones con Estados Unidos, recuperar la estabilidad y la inclusividad del sistema político - «No debemos volver a tener elecciones en dos años», advirtió - y trabajar contra la división de la sociedad israelí, «que se amplió aún más en el curso de las recientes elecciones».

«Hoy es tiempo de comenzar a curar estas heridas. Es tiempo de comenzar la tarea de reparar las grietas con el fin de que seamos capaces de luchar por nuestra casa que debemos seguir construyendo juntos, todos los ciudadanos de Israel. Esta responsabilidad recae en nuestros hombros y en tus hombros», se dirigió Rivlin a Netanyahu.

El aludido agradeció al presidente el nombramiento y aseguró sentirse «emocionado como si fuera la primera vez», al tiempo que aceptaba esta «enorme responsabilidad» de renovar su mandato por tercera vez consecutiva y cuarta en su carrera..

«Ciudadanos de Israel, quiero agradeceros a todos la confianza que depositan en mí para dirigir el país en este momento. Me veo a mí mismo como primer ministro de todos y cada uno de ustedes. Trabajaré para arreglar las brechas que surgieron entre diversos sectores de la sociedad durante estas elecciones», prometió Netanyahu.

«Me comprometo a continuar por este camino, el camino de un Estado judío y democrático en el que cada uno de sus ciudadanos disfruta de iguales derechos, sin diferencia de sexo o la raza. Así es como era y así es como será», aseguró.

«Nuestra mano está tendida en señal de paz hacia nuestros vecinos palestinos y el pueblo de Israel sabe que la paz verdadera, así como nuestro futuro, sólo estarán garantizados si Israel es fuerte», declaró.

Con respecto a las relaciones del Estado judío con Estados Unidos, dañadas tras el polémico discurso sobre las negociaciones con Irán que Netanyahu pronunció ante el Congreso, indicó que «valoro mucho y preservaré nuestra alianza con nuestro buen amigo».

De acuerdo con la legislación israelí, se abre ante Netanyahu un periodo de 28 días - prorrogable otros 14 más - para conseguir establecer una coalición de gobierno en la que aspiran a formar parte todos los partidos que apoyaron su candidatura.

Fotos: Gentileza Oficina de la Presidencia - Crédito: Avi Ohaión y Amós Ben Gershom

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