Binyamín Netanyahu recibirá este miércoles el encargo formal del presidente de Israel, Reuvén Rivlin, de formar un nuevo gobierno, que lo reelegirá como primer ministro al frente de una fuerte alianza política de derecha.
El actual mandatario fue recomendado por todos los partidos nacionalistas y religiosos durante la ronda de entrevistas que mantuvieron con el presidente.
Los partidos de derecha y el Likud suman 67 bancas en el Parlamento sobre un total de 120 y en consecuencia están en condiciones de reelegir a Netanyahu.
La mayoría parlamentaria quedó confirmada con la sumatoria de los diez asientos aportados por Moshé Khalón, líder de la formación de centro derecha Kulanu, que es un desprendimiento del Likud, y de los seis de Israel Beiteinu que lidera el canciller Avigdor Liberman.
Khalón y Liberman permitieron al primer ministro saliente alcanzar la cuota suficiente para garantizar la mayoría parlamentaria y su reelección.
Netanyahu tendrá un plazo de 28 días - y si fuese necesario podrá añadir otros 15 - para presentar su futuro gabinete a Rivlin.
El plazo límite para conseguir el voto de confianza del Parlamento es el 7 de mayo, pero no se puede excluir que el primer ministro pueda acortar los tiempos para anunciar el nuevo equipo que lo acompañará en su cuarto mandato en el cargo, el tercero consecutivo.
Algunos analistas subrayaron que a partir de ahora comienza la etapa «mas delicada y laboriosa» en el camino de la reelección de Netanyahu, como es la elección de los ministros en funciones claves del próximo ejecutivo.
Los ministerios claves son Exteriores, Defensa y Finanzas.
También es clave la designación en el Ministerio de la Vivienda, actualmente a cargo de Uri Ariel, del partido extremista Habait Haiehudí, vinculado al movimiento de los colonos y en cuya jurisdicción se encuentran los asentimientos judíos en los territorios militarmente ocupados de Cisjordania.
Otros dos ministerios claves en la distribución de cargos con los aliados nacionalistas y religiosos son Asuntos Estratégicos e Interior.
A nivel parlamentario, es importante el Comité de Finanzas, que es la «canilla» de los fondos estatales y que es un lugar tentador para los ultraortodoxos y para Kahlón, a menos que el Ministerio de Finanzas fuera su primera opción.
Netanyahu deberá, entonces, tratar de conformar los deseos de varios para alcanzar una alianza sólida y estable.
En el encuentro con Rivlin, Khalón explicó las razones de su apoyo a la reelección del actual primer ministro, de la que se distanció en los últimos meses invocando una plataforma más social para respetar la voluntad popular expresada en el voto del 17 de marzo.
También Liberman regresó a las antiguas filas. Pero parece que su proyecto es vaciar la tentativa de Rivlin de hacer entrar al gobierno a los centristas de Yesh Atid, de Yair Lapid, de modo que no hubiese una mayoría volcada únicamente a la derecha.
Como explicaron algunos expertos, el líder de la oposición de centro-izquierda, Itzjak Herzog - derrotado en las elecciones, pero con un poder de 24 asientos parlamentarios para su Grupo Sionista - podría convertirse en canciller.
Tanto Yesh Atid como el Grupo Sionista excluyeron cualquier participación en un gobierno de unidad nacional bajo la conducción de Netanyahu, cuando se encontraron con Rivlin.
La ex ministra de Salud, Yael German, de Yesh Atid, ratificó ante el presidente la voluntad de permanecer en la oposición y tampoco indicó nombre alguno para candidato a primer ministro, ni el de Herzog.
La Lista Conjunta Árabe, tercera fuerza parlamentaria después del Likud y del Grupo Sionista, tampoco recomendó nombre alguno, porque sus dirigentes consideran que la prioridad es analizar si al menos en algunos temas específicos podrá coincidir con las fuerzas de centro-izquierda contra el despliegue mayoritario de la derecha.
Notas relacionadas:
Israel: Netanyahu continuará como primer ministro
Israel: Herzog felicitó a Netanyahu tras reconocer derrota
Rivlin: «Gobierno para todos tras incitación en campaña electoral»