El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, definió a Jerusalén como capital indivisible del pueblo judío y aseguró que «nunca fue capital de ningún otro pueblo».
En un acto en el Parlamento en el cual se conmemoraba el «Día de Jerusalén», Netanyahu aseguró que «sólo bajo el mandato israelí habrá libertad de culto garantizada para todas las religiones» en la ciudad y advirtió de que el «fanatismo islamista amenaza Jerusalén, a Oriente Medio y al mundo».
El mandatario señaló que «Jerusalén que la ciudad «nunca volverá a ser herida y dividida. Mantendremos una Jerusalén unificada bajo soberanía israelí para siempre», agregó.
La Autoridad Palestina (AP) y la organización terrorista Hamás condenaron los comentarios del líder israelí.
«Las afirmaciones de Netanyahu y su observación de que la ciudad permanecerá siempre bajo jurisdicción israelí contradicen las resoluciones de las ONU», recordó el portavoz de la AP, Nabil Abu Rudeina, y aseguró que «no habrá paz ni acuerdo en Oriente Medio sin tener Jerusalén Este como capital del Estado palestino».
«La AP acudirá a las instituciones internacionales para poner fin a esta política destructiva», agregó.
El portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, señaló en una nota de prensa que el discurso de Netanyahu «muestra el fracaso del llamado proceso de paz».
«Hablar de reiniciar el proceso de paz con la ocupación israelí mientras se hacen estos comentarios es como un sediento que busca agua en medio del desierto», manifestó Abu Zuhri.
Por su parte, Netanyahu encargó al nuevo ministro de Interior y viceprimer ministro, Silvan Shalom, las eventuales futuras negociaciones con la AP, indicó un funcionario de su oficina.
«El primer ministro encargó al ministro Silvan Shalom que dirija en su nombre las negociaciones con la Autoridad Palestina», afirmó en un comunicado.
Según la radio pública israelí, Shalom también estará a cargo del diálogo estratégico con Estados Unidos.
Veterano miembro del Likud, Shalom fue ministro de Exteriores de 2003 a 2006, puesto en el que sucedió al propio Netanyahu bajo el Gobierno de Ariel Sharón,
Shalom hereda el mando en las tratativas de la ex ministra de Justicias, Tzipi Livni, ahora en la oposición.
Netanyahu se reservó para sí la responsabilidad de la Cancillería en su nuevo gobierno, uno de los más derechistas de la historia de Israel. En la coalición gubernamental están presentes los ultranacionalistas religiosos y los ultraortodoxos, contrarios a la creación de un Estado palestino y favorables a los asentamientos judíos en Cisjordania.
Las esfuerzos negociaciones entre israelíes y palestinos se encuentran en punto muerto tras el fracaso de la última iniciativa diplomática estadounidense en abril de 2014. Las perspectivas de de una reanudación de las mismas parecen lejanas en el contexto actual.
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