Israel reforzó la seguridad en Jerusalén y limitará durante varios días el acceso a la Franja de Gaza con motivo de la fiesta de Rosh Hashaná, que se prolonga hasta el martes por la noche.

En Jerusalén y en su entorno se desplegaron unidades de policía adicionales en el marco de un plan de contingencia especial preparado por las autoridades, con el objeto de impedir que se produzcan disturbios durante las 48 horas que se prolonga la festividad judía, explicó un portavoz policial.

En paralelo y a partir de este domingo el paso fronterizo de Erez, en el norte de la Franja de Gaza y controlado por Israel, adoptará restricciones al acceso de personas en ambas direcciones hasta el próximo jueves, informaron las autoridades.

Por el contrario, los puestos de control militar distribuidos por Cisjordania continuarán operando como de costumbre, precisó una portavoz de la Coordinación de las Actividades del Gobierno israelí en los Territorios palestinos.

Fuertes disturbios estallaron este domingo en el Monte del Templo, en el casco viejo de Jerusalén, entre la policía israelí y palestinos a pocas horas de la celebración del Año Nuevo judío.

Los incidentes comenzaron después que los jóvenes, algunos de ellos enmascarados, levantaron barricadas durante la noche, escondidos en la Mezquita Al-Aqsa, para impedir el ingreso al Monte de turistas y judíos.

La policía bajo el mando del comandante del distrito, el mayor general Moshé Edri, se hizo presente muy temprano por la mañana con el fin de permitir las primeras visitas al lugar.

Según las fuerzas de seguridad, al ingresar los hombres enmascarados comenzaron a huir a la mezquita lanzando piedras y petardos.

También se encontraron en la entrada de la mezquita tubos que podían llevar explosivos caseros.

No se informó de heridos a raíz de los enfrentamientos.

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