El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ordenó detener la colocación de grandes bloques de hormigón que la Policía había comenzado a instalar en Jerusalén Este, para no dar la impresión de que la ciudad está siendo dividida, informaron medios locales.
El diario «Yediot Aharonot» atribuyó esa orden a las fuertes presiones de los ministros ultranacionalistas del Gobierno israelí, entre ellos los de Educación, Nafatli Bennett, Transporte, Israel Katz, y Absorción, Zeev Elkin.
Durante la reunión del Gobierno, en la que se abordó el cierre de los barrios árabes de la ciudad con retenes en carreteras y, en los casos de Isawiye y Jabel Mukaber, también con paredes prefabricadas de hormigón de varios metros de alto, los tres se quejaron de que la maniobra no causa buena impresión.
La decisión, que ya había sido aprobada en una reunión anterior del Ejegurivo a raíz de la ola de violencia que vive la región, sorprendió a algunos ministros tras conocer, a través de los medios, que la barrera de Jabel Mukaber podría llegar a una longitud de 300 metros, lo que a su juicio daría la sensación de división.
La colocación de estas paredes prefabricadas está destinada a impedir el paso de posibles terroristas y a prevenir el lanzamiento de cócteles molotov contra carreteras aledañas o edificios.
Aunque el titular de Seguridad Interior, Gilad Erdán, señaló que la barrera se puede quitar en «media hora», los ministros ultranacionalistas la interpretaron como una división de facto de la que Israel considera su «capital eterna e indivisible».
«Esto no fija los límites de Jerusalén. Son tonterías. Los límites de Jerusalén se fijan por ley parlamentaria», respondió a las quejas el ministro de Finanzas, Moshé Kahlón, quien argumentó que la barrera es necesaria «para defender mejor a los agentes de la policía y a la población».
Hasta ayer, la Policía había instalado en Jabel Mukaber unos doce metros de pared en una zona colindante con el barrio judío de Armón Hanatziv.
Las placas, de hormigón por dentro y un patrón de piedra beige jerosolimitana por fuera, llevan una leyenda en la parte inferior que dice: «Barrera policial sólo temporal».
A raíz de las críticas de sus ministros, Netanyahu ordenó paralizar la instalación de los bloques y dio instrucciones al Ministerio de Seguridad Interior para que busque alternativas menos polémicas, según el diario.
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