Elevar a permanente la tregua de 72 horas iniciada ayer martes es el objetivo de los negociadores israelíes llegados a El Cairo para buscar a través de los mediadores egipcios un entendimiento con las facciones palestinas.
La tregua se vio acompañada de la retirada total de las tropas hebreas de la Franja de Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ya se habían replegado el pasado fin de semana de casi todo el enclave, pero hasta ayer por la mañana mantenían una fuerte presencia de soldados en Rafah, junto a la frontera egipcia.
Una delegación israelí encabezada por el asesor del Ministerio de Defensa, Amós Gilad, y el abogado Itzjak Moljo, llegó el martes por la noche a El Cairo para sumarse a las negociaciones con las autoridades egipcias que, a su vez, median con las facciones palestinas una tregua duradera.
La misión llegó a bordo de un avión privado procedente de Tel Aviv para una visita rápida, y sus miembros se reunirán con responsables locales para debatir sobre las posibilidades de alcanzar un armisticio definitivo.
El Gabinete de Seguridad del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, más de seis horas la noche del martes para evocar las negociaciones de cara a una tregua estable.
Israel exige que la reconstrucción de la Franja de Gaza se vincule a su desmilitarización.
Por ahora, el acuerdo de alto el fuego «sólo prevé un retorno a la calma», señaló Yigal Palmor, vocero del ministerio israelí de Exteriores. El ministro de Inteligencia, Yuval Steinitz, expresó su «escepticismo», y acusó a Hamás de «haber violado seis treguas anteriores».
Una delegación palestina aguardaba en El Cairo la llegada de los negociadores hebreos, después de haber entregado un documento a Egipto en el que se recogen sus principales reivindicaciones para alcanzar un alto el fuego permanente, entre las que están el fin del bloqueo de Gaza, la liberación de presos y la reconstrucción de la franja.
Hamás, que gobierna Gaza desde hace siete años, estaría dispuesto a permitir que su antiguo rival, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, que gobierna en Cisjordania, encabece la reconstrucción del territorio.
Está previsto que los mediadores egipcios entreguen ese texto a la delegación israelí para que la analice.
Los palestinos se mostraron el lunes optimistas con las conversaciones, a pesar de reconocer la necesidad de «mucho esfuerzo» para alcanzar un acuerdo porque «el caso no es fácil y las negociaciones son duras», apuntó el miembro de Hamás, Ezzat al-Rishq.
En paralelo a la negociación, los palestinos buscan que la condena de buena parte de la comunidad internacional al ataque israelí tenga algún tipo de plasmación oficial. Así, el ministro palestino de Exteriores, Riad al-Malki, afirmó ayer en la sede del Tribunal Penal Internacional en La Haya que su Gobierno está decidido a perseguir los «crímenes de guerra que Israel cometió durante estas semanas en Gaza».
Por su parte, Estados Unidos informó el martes que probablemente participará en las negociaciones de El Cairo. El secretario de Estado, John Kerry, instó a abordar «las cuestiones cruciales a más largo plazo».
«Cómo vamos a eliminar esos cohetes, cómo vamos a desmilitarizar la Franja de Gaza y cómo vamos a avanzar hacia un futuro mejor», expresó Kerry.
El secretario de Estado instó a las partes a sentarse de nuevo en la mesa de negociación para «intentar resolverla cuestión de dos Estados», israelí y palestino.
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