El gobierno israelí afirmó que no se meterá por medio para solucionar el secuestro de 21 soldados de la ONU raptados por rebeldes sirios en la zona fronteriza de los Altos del Golán.

Sí les ayudaran en lo que puedan desde Israel, aunque se intentará mantener la discreción para no involucrarse en el conflicto sirio, algo que el Estado hebreo está tratando de evitar a toda costa.

«Esto ocurrió en Siria, no es algo en lo Israel se vaya a involucrar porque es entre la ONU y el gobierno sirio,» explicó Amós Gilad, un importante funcionario del ministerio de Defensa israelí.

«Estamos dispuestos a ayudarles si nos lo piden», agregó Guilad en una entrevista en la radio pública israelí.

«Nosotros colaboramos con la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación para la Separación (FNUOS) y estamos dispuestos a ayudarles si nos lo piden, siempre con la máxima precaución, eso sí. Pero reitero que esto es algo que está ocurriendo en Siria y no nos concierne,» comentó.

Israel está convencido de que la ONU podrá lidiar por sí sola con este secuestro, ya que además a los rebeldes sirios no les interesa la mala prensa que esto puede darles porque necesitan el apoyo internacional.

«Se puede confiar en que la ONU conseguirá persuadir a los rebeldes para que libere a los soldados», añadió Gilad.

Los rebeldes secuestraron a una veintena de cascos azules de la ONU de nacionalidad filipina en la zona fronteriza entre Israel y Siria, donde la organización mantiene una base desde 1974, medio año después de la guerra de Yom Kipur.

Aunque Israel asegura que intenta mantenerse alejado del conflicto para no meterse en el atolladero de la guerra civil siria, lo cierto es que los ataques se aproximan cada vez más a la frontera.

Israel lleva meses advirtiendo que muchos grupos rebeldes que combaten cerca de la frontera pertenecen a organizaciones yihadistas, cuya intención es llevar a cabo provocaciones en esa región.

Durante los últimos meses, varios proyectiles estallaron en el lado israelí de los Altos del Golán, y a pesar de que los rebeldes y el gobierno sirio aseguran que son accidentes fortuitos, Israel cree que algunos de éstos tienen la intención de arrastrar al Estado hebreo a intervenir en la guerra.

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