La ONG Human Rigths Watch (HRW) denunció la restauración explícita de la lapidación como método de ejecución en causos de adulterio en el nuevo borrador del código penal iraní e instó al poder judicial de Irán a no implementar una norma que viola los Derechos Humanos básicos.
El Consejo de los Guardianes, compuesto por doce juristas religiosos que pueden vetar cualquier legislación para asegurar su compatibilidad con la Constitución y con la «sharía» (ley islámica) restauró la lapidación en un proyecto de ley, cuya versión anterior no mencionaba explícitamente la lapidación como método de castigo por adulterio.
No hay estadísticas disponibles, pero los grupos de defensa de Derechos Humanos estiman que, en la actualidad, las autoridades iraníes retienen a al menos diez hombres y mujeres que se enfrentan a la pena de muerte mediante lapidación por cargos de adulterio. Desde 1980, al menos 70 personas fueron ejecutadas mediante este método y la última ejecución conocida tuvo lugar en 2009.
«La lapidación es un castigo aberrante que no tiene cabida en el código penal de ningún país», declaró la directora de HRW para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson.
«Al insistir en mantener la lapidación en el código penal, las autoridades iraníes están demostrando que presiden un sistema de justicia penal basado en el miedo, la tortura y la injusticia», añadió.
Un portavoz del Gobierno iraní publicó que el Consejo de los Guardianes terminó de revisar el borrador del código penal y que introdujo algunos cambios.
El Consejo aprobó una versión anterior del borrador del código penal en el que se eliminaba la pena de muerte mediante lapidación como castigo por adulterio. En esta versión, los jueces conservaban la capacidad de utilizar fuentes religiosas, tales como la «sharia'» o las «fatuas» (edictos religiosos) para sentenciar a los acusados de adulterio a pena de muerte mediante esta práctica. Sin embargo, el Consejo retiró su aprobación a dicho borrador a finales de 2012 a fin de introducir algunas enmiendas antes de su implementación.
El nuevo borrador del código penal identifica explícitamente la lapidación como una forma de castigo para aquellas personas condenadas por adulterio o por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. El artículo 225 estipula que si un tribunal estima en algún caso concreto que »no es posible" llevar a cabo la lapidación, la persona en cuestión puede ser ejecutada mediante otro método, siempre y cuando las autoridades prueben el crimen utilizando el testimonio de testigos o la confesión del acusado.
El código revisado también permite a los tribunales que se encargan de casos de adulterio basarse en el «conocimiento del juez» para imponer castigos corporales de 100 latigazos en vez de la pena de muerte mediante lapidación. Según HRW, el "«onocimiento del jue" es una doctrina vaga y peligrosa» que permite condenar a los acusados a pesar de la ausencia de pruebas.
Según la ONG, entre los cambios efectuados en el nuevo borrador del código penal, los más preocupantes tienen que ver con el mantenimiento de disposiciones discriminatorias contra las mujeres y las minorías políticas, con la inclusión de leyes vagas e imprecisas relacionadas con la seguridad nacional que criminalizan el ejercicio de derechos fundamentales y con el uso continuado castigos crueles, degradantes e inhumanos, entre otros.
El Gobierno iraní mantiene que los cambios propuestos en el código penal representan una mejora significativa y que reflejan muchas de las preocupaciones sobre derechos manifestadas por la comunidad internacional.
«A pesar de lo que digan los funcionarios iraníes, el nuevo código penal será un absoluto desastre en los referente a Derechos Humanos», afirmó la directora de HRW para Oriente Medio.
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