«El uso de armas químicas en Siria es moralmente indecente y debería sacudir la conciencia del mundo». Así inició el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, una comparencia en la que declaró que EE.UU no tiene dudas del ataque químico en Damasco y en los próximos días anunciará su respuesta.

«Lo que tenemos ante nosotros es real y convincente. Los que dicen que las pruebas pudieron ser fabricadas tienen la necesidad de comprobar su brújula moral», afirmó Kerry en una rueda de prensa, que no estaba prevista y en la que no respondió preguntas.

El canciller de EE.UU agregó que el ataque químico del régimen sirio no puede quedar impune. Y lo dijo con una contundencia que puede estar preparando el terreno para una intervención internacional.

Kerry señaló que el Gobierno de Assad tiene capacidad para lanzar un ataque tan letal y que sus intentos por retrasar la investigación de la ONU demuestran que tiene algo que esconder.

«Durante cinco días Assad no permitió a los investigadores de la ONU acceder al sitio del ataque. En lugar de ello, atacó el área, la bombardeó sistemáticamente y destruyó evidencias. Ese no es el comportamiento de un dirigente que no tiene nada que esconder. Ahora, es demasiado tarde», declaró.

El jefe de la diplomacia estadounidense indicó que Washington esperará los resultados de las investigaciones de la ONU, pero añadió además que EE.UU dará a conocer en los próximos días pruebas adicionales de un ataque con armas químicas.

Kerry dijo que, «como padre», no podrá borrar de la cabeza la imagen de un padre llorando sobre el cadáver de su hijo, rodeado de otros muchos niños tumbados en sus camas, sin vida y sin rastros de sangre.

El secretario de Estado norteamericano confirmó también que está en permanente contacto con sus aliados internacionales para preparar una respuesta ante esta escalada en una guerra civil que empezó hace 28 meses y en la que ya murieron más de 100.000 personas.

«El presidente Obama cree que quienes usaron las armas más atroces contra las personas más vulnerables deben rendir cuentas. Hoy nada es más grave y nada está recibiendo un trato más serio», advirtió Kerry.

Poco después de su intervención, la portavoz del Departamento de Estado aclaró que Washington no confirmó cuándo va a responder. «La gente siente que hay una sensación de urgencia, pero no hay una fecha establecida», informó.

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