Dov Weisglas y Raanán Guisin, dos de los principales asesores del ex primer ministro israelí Ariel Sharón, aseguraron que las acusaciones contra su país por el supuesto envenenamiento de Yasser Arafat son infundadas porque en 2004 el líder palestino «ya se encontraba marginado».
Weisglas explicó que entre 2001 y 2002 Arafat fue perjudicial para la situación de la región, «pero en 2004 ya estaba marginado de la política palestina».
«Hasta donde sé, durante el período en el que estuve al frente de la oficina del primer ministro nadie pensó en envenenar a Arafat o en causarle un daño físico», declaró Weisglas al diario «Yediot Aharonot» .
«Arafat estaba confinado en la Muqata (sede de la Autoridad Palestina en Ramallah), apartado de los acontecimientos, por lo que no había ninguna necesidad de causarle daño», agregó.
Un informe del Instituto de Radiofísica del Hospital Universitario de Lausana difundido por la cadena qatarí Al Jazeera confirmó que el líder palestino fue envenenado con polonio.
Los científicos, que corroboraron los resultados de otro laboratorio en Moscú, hallaron niveles de polonio-210, unas 18 veces superiores a lo normal en las muestras tomadas del cadáver de Arafat.
Los hallazgos dieron nuevamente alas a la teoría conspiratoria de que Arafat fue envenenado, con Israel en el epicentro de las acusaciones de los palestinos.
«Los asesinatos no son algo ajenos a la política palestina, no sé quién pudo tener interés en matarlo, desde luego nosotros no lo teníamos» , aseguró Weisglas.
Por su parte, Raanán Guisin, que fuera su portavoz y otro de sus hombres más próximos, señaló que se trata de un tema recurrente en los medios de comunicación, a los que «vuelve con una frecuencia de cada seis meses».
«Lo único que puedo decir es que la política de Sharón una vez que Arafat enfermó consistía en que Israel debía apartarse de los acontecimientos», afirmó.
A su vez, el portavoz oficial del ministerio de Exteriores israelí, Ygal Palmor, calificó de «telenovela» la investigación alrededor de la muerte del líder palestino, realizada por tres países.
«Esto no tiene nada que ver con Israel, ni tiene la más mínima credibilidad. Es otro episodio en la interminable telenovela entre Suha Arafat y la Autoridad Palestina», afirmó Palmor.
Notas relacionadas:
Arafat pudo ser envenenado con polonio radiactivo
Israel: Sospechas de envenenamiento de Arafat, ridículas
Ex funcionario israelí: «No envenamos a Arafat»