A 60 días de las elecciones, tres encuestas encargadas por los principales canales de televisión israelíes prevén que el Frente Sionista, la lista conjunta de centro izquierda formada por el Partido Laborista, del diputado Itzjak Herzog, y la facción Hatnuá de la ex ministra de Justicia Tzipi Livni, se convertirá el próximo marzo en la primera fuerza política de Israel.
La formación obtendría entre 24 y 26 escaños - de los 120 del Parlamento -, mientras que los sondeos de los canales televisivos 1, 2 y 10 dan al Likud del actual primer ministro, Binyamín Netanyahu, entre 20 y 25 bancas.
El partido ultranacionalista religioso Habait Haieudí, liderado por el ministro de Economía Naftali Bennett, se convertiría en la tercera fuerza política, con entre 16 y 17 diputados, seguido por los centristas Yesh Atid, del ex ministro de Finanzas Yair Lapid, que obtendría entre 8 y 11 legisladores, y Kulanu, de Moshé Kahlón, con una cifra similar.
El nacionalista Israel Beiteinu, del ministro de Exteriores Avigdor Liberman, conseguiría entre 5 y 6 escaños, igual que el partido ultraortodoxo sefaradí Shas y el izquierdista Meretz.
Si los partidos árabes logran unirse y concurrir juntos a los comicios, podrían lograr hasta 12 diputados, un 10% de la Cámara.
Según marca la ley, a partir de 60 días antes de los comicios, está prohibido difundir anuncios políticos en radio y televisión, aunque los partidos pueden seguir publicitándose y pidiendo el voto en otros medios, como internet, redes sociales o a través de mensajes enviados a los teléfonos móviles.
Liberman presentó la campaña electoral de su partido bajo el controvertido eslogan «Ariel para Israel, Um el Fahm para Palestina».
El texto hace referencia al asentamiento judío de Ariel en Cisjordania y la ciudad árabe en el noroeste israelí fronteriza con el territorio de la Autoridad Palestina (AP), lo que sugiere una transferencia de población árabe israelí a un Estado palestino a cambio de mantener los asentamientos.
El diputado árabe Afu Agbaria, del partido Hadash y residente de Um el Fahm, señaló que pedirá al Comité Central Electoral que prohíba el eslogan por considerarlo «racista e illegal».
Israel celebrará elecciones generales anticipadas el próximo 17 de marzo y esta es la primera vez en años que las encuestas sugieren que el Partido Laborista, que en las dos últimas décadas pasó de formación gobernante a casi moribunda, podría tener la posibilidad de encabezar un gobierno de coalición.
La ley electoral israelí establece que el candidato con mejores posibilidades de formar gobierno, y no el más votado, es el que recibe el encargo para hacerlo del presidente del Estado, actualmente Reuvén Rivlin.
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