El conflicto israelí-palestino es el gran ausente de la campaña para las elecciones del 17 de marzo en Israel, pero un movimiento de mujeres intenta revitalizar el «bando de la paz» para que éste sea una prioridad del próximo gobierno.
La ONG Women Wage Peace (Mujeres hacen paz), cuya idea nació durante la guerra de julio-agosto de 2014 en Gaza, fue lanzada oficialmente a finales de noviembre y cuenta con más de 7.000 afiliadas activas y 15.000 simpatizantes en las redes sociales, judías y árabes, afirmó Mijal Shamir, una de sus fundadoras.
El pasado miércoles, miles de ellas se congregaron frente al Parlamento israelí en Jerusalén para denunciar el silencio de los políticos en la cuestión israelí-palestina y para exigir al próximo gobierno que establezca como prioridad un acuerdo de paz.
El primer ministro saliente Binyamin Netanyahu, que aspira a un cuarto mandato, apenas abordó el tema y reafirmó sobre todo su en su capacidad para enfrentarse al programa nuclear de Irán.
Su principal oponente, el dirigente del Partido Laborista Itzjak Herzog, mencionó el asunto con cautela y se declaró favorable a un Estado palestino. Sin embargo, repitió con insistencia que eso dependería también del «humor del lado palestino».
Las ONGs y organizaciones de la sociedad civil israelí, que conseguían movilizar a miles de personas en favor de la paz en los años '80 y '90, renunciaron a convocar manifestaciones debido al clima de desmovilización resultante del estancamiento del proceso de paz.
«Somos la única organización de base apartidista que trabaja en el terreno independiente de cualquier partido político, para volver a dar esperanza en la paz y romper la tesis de que no hay nadie con quien hablar», explicó Shamir.
Este movimiento de mujeres organiza varias veces a la semana reuniones informativas y debates en casas de simpatizantes, en todo Israel, así como pequeñas manifestaciones en los cruces de carreteras.
El único lema es que sea cual sea el partido que asuma el poder, lo importante es llegar a un acuerdo de paz con los palestinos.
«El tema desapareció paulatinamente del discurso político con el declive del 'bando de la paz' desde el asesinato del primer ministro Itzjak Rabin en 1995», señaló Hanna Herzog, profesora de Sociología en la Universidad de Tel Aviv, y especialista del papel de las mujeres en la sociedad israelí.
«Siendo un movimiento popular que reúne mujeres provenientes de tendencias políticas distintas - aunque evidentemente predominan el centro y la izquierda - Women Wage Peace trata de resolver esa situación», agregó.
Después de aproximadamente 70 años de conflicto y décadas de esfuerzos diplomáticos, el proceso de paz, impulsado de nuevo, pero sin éxito, por Estados Unidos con nueve meses de difíciles negociaciones, se volvió a estancar debido a los desacuerdos profundos entre las partes.
Lo que llevó a la mayoría de las mujeres a afiliarse a Women Wage Peace fue la última guerra en Gaza contra Hamás.
«Durante la guerra, me prometí que si no mataban a mi hijo actuaría para que esta pesadilla no vuelva a suceder», explicó Lili Weisberger, una artista de Tel Aviv, cuyo hijo de 21 años hacía el servicio militar cuando lo mandaron a combatir.
«Ya no quiero esa guerra de la juventud, con por un lado soldados de 18 o 20 años y por el otro, jóvenes palestinos», protestó Amal Rihán, profesora de árabe en Yaffo donde convive una población mixta judía y árabe.
Para esta madre de cuatro hijos, que se define como «musulmana, activista y feminista», la «única solución es hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo aceptable para ambas partes».
Fotos: Gentileza Women Wage Peace
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