Los ciuadadanos árabes israelíes tienen representación en el Parlamento israelí. En las elecciones de enero de 2013 obtuvieron 11 escaños entre las diferentes fuerzas que se presentaron. Pero esta vez se espera que amplíen su representación con la apuesta que hicieron de presentarse bajo la Lista Conjunta.
Esta coalición está integrada por cuatro formaciones: Hadash (Frente Democrático para la Paz y la Igualdad, que engloba a árabes y judíos), Balad (ultranacionalista), Taal (Movimiento Árabe por el Cambio) y el Movimiento Islámico.
Las cuatro facciones tienen ideologías diferentes, pero una voluntad común que es tener fuerza en el Parlamento para «defender la paz, luchar contra la ocupación israelí de Cisjordania y defender la justicia social, además de luchar contra el racismo», afirmó Aida Touma.
Ella es una de las dos mujeres árabes que probablemente conseguirán un escaño. En la Lista Conjunta se presentan 5 candidatas.
Los árabes se unieron para evitar desaparecer del Parlamento, ya que se aumentó el porcentaje necesario para tener representación del 2% al 3,25%. La idea fue del ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, que paradójicamente, propuso la ley para disminuir la representación árabe en la Cámara.
Las encuestas otorgan a la Lista Conjunta entre 12 y 14 diputados, aunque sus líderes aspiran a obtener 15. Los últimos sondeos los sitúan como la tercera fuerza electoral por detrás del Grupo Sionista y el Likud.
Los analistas vaticinan un aumento de la participación de los árabes en la votación. Según un estudio del Instituto de Investigación Yaffo, «el porcentaje de votantes de la comunidad árabe podría pasar del 57% en las elecciones de hace dos años, al 76,4%», afirmó Thabet Abu Rass, codirector de la Abraham Found Inicitives.
«Eso es debido al efecto que causó la Lista Conjunta, que devolvió la esperanza a muchos votantes», opinó Thabet Abu.
En los últimos 15 años, la comunidad árabe de Israel acudió muy poco a las urnas. Muchos llevan a cabo un boicot electoral porque consideran que el Estado israelí los oprime y los mantiene como ciudadanos de segunda clase.
Los líderes de la Lista Conjunta creen que para luchar contra la discriminación es preferible tener fuerza en el Parlamento.
«Quedaremos terceros y, el Grupo Sionista y el Likud forman un Gobierno de Unidad Nacional, nos convertiremos en líderes de la oposición», señaló Touma.
Los partidos árabes llevaron a cabo una alianza que la diputada de Balad, Hanín Zoabi, calificó de «histórica».
Nunca se presentaron en coalición y entre ellos hay muchas diferencias ideológicas, pero acordaron un programa que recoge las preocupaciones de todos los árabes, el 20,7% de la población (1,7 millones), según la Oficina Central de Estadísticas de Israel.
Zoabi destacó que «solo el 2,7% de las áreas industriales se encuentran en zonas árabes y que el paro en la comunidad árabe es muy superior al de la judía. Sólo el 22% de las mujeres árabes trabaja y las encuestas muestran que el 87% quiere trabajar».
Zoabi recordó que hay «50 leyes en Israel que discriminan a los árabes. Israel es una democracia para los judíos y un Estado racista para los árabes», dijo.
Esta comunidad reclama «respeto a nuestro derecho a tener la nacionalidad palestina y ciudadanía israelí, somos parte del pueblo palestino», agregó Zoabi.
No obstante, todos los líderes de la Lista Conjunta, cuyo eslogan es «La Voluntad del Pueblo», se esfuerzan en recalcar que no son una candidatura árabe.
«Entre los 21 candidatos de la lista hay tres judíos y tenemos muchos militantes judíos y campaña en hebreo», explicó el líder de la Lista Conjunta, el abogado Aymán Odeh, de Hadash.
«Queremos fundar el campo democrático en Israel; los árabes solos no podemos hacerlo, queremos reforzar nuestros lazos con la comunidad judía», destacó Odeh.
«No habrá paz ni justicia social en este Estado si los árabes y los demócratas no luchamos por ella juntos», aseguró Odeh, que sorprendió durante la campaña electoral con un discurso muy sereno pero a la vez reivindicativo.
«Los márgenes de la democracia en Israel fueron atacados, principalmente por la ultraderecha y queremos construir una asociación estratégica con los israelíes que creen en la democracia», añadió Odeh.
Además de la agenda social y la lucha contra la discriminación de su comunidad, la Lista Conjunta tiene como prioridad el combate contra la ocupación israelí y la creación de un Estado palestino.
Sus líderes descartan entrar en una coalición de Gobierno porque «se dedicará mucho presupuesto a la seguridad, a los asentamientos y a la ocupación de nuestro pueblo».
Pero podrían dar apoyo puntual a un Gobierno liderado por el Grupo Sionista para bloquear a la derecha y a la ultraderecha.
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