El régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, manifestó su rechazo a la resolución aprobada el domingo por la Liga Árabe en la que pide la ruptura de relaciones con Damasco y el envío de una misión de mantenimiento de la paz conjunta ONU/Liga Árabe, que considera una «flagrante injerencia en los asuntos internos sirios».

«Este rechazo es por el mismo motivo por el que Siria ya impugnó las anteriores decisiones del Consejo Ministerial de la Liga Árabe, por sus carencias por la flagrante violación de la carta de la la Organización», señaló una fuente oficial siria. Asimismo, el comunicado denuncia falsificaciones y afirmaciones ajenas a la realidad siria. «La decisión revela de nuevo la trama conspirativa ejecutada por ciertos países árabes mediante la perversión del papel de la Liga Árabe en la resolución de la crisis para internacionalizar la situación y propiciar una interferencia extranjera en Siria», agregó.

En cuanto a la retirada de la misión de observadores árabes en Siria, el comunicado sostiene que demuestra que su informe no coincide con las tesis de la trama conspirativa, ya que revelaba la realidad sobre el terreno y los actos terroristas perpetrados por grupos armados apoyados por estos países.

«El pueblo sirio esperaba del secretario general de la Liga Árabe y los ministros, que ayer lloraban, una condena clara de las operaciones terroristas de Damasco, Alepo y otras ciudades y que causaron cientos de heridos, civiles y militares», indicó la fuente.

El comunicado también denunció la campaña mediática de apoyo a los insurgentes y solicitó el fin del apoyo económico y armamentístico a los mismos.

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