El primer ministro israelí en funciones, Binyamín Netanyahu, solicitará al presidente Shimón Peres una prórroga de dos semanas para completar la formación de un «amplio gobierno de unidad».

Medios israelíes destacaron que Netanyahu se encuentra en un verdadero dilema. El hecho de no conseguir formar un gobierno según sus aspiraciones podría determinar la suspención de la visita del presidente de EE.UU, Barack Obama, a Israel y a la Autoridad Palestina con todos sus derivados.

De no progresar en la constitución del nuevo ejecutivo, Peres podría llamar a otro miembro del Parlamento para encargarle la tarea o bien pedirle a la Knéset que convoque a nuevas elecciones.

Los esfuerzos del primer ministro de romper la unión de Yair Lapid, líder del partido centrist Yesh Atid, con Naftalí Bennett, quien dirige la facción nacionalista-religiosa Habait Haiehudí, llamando a formar parte de la coalición gubernamental a Shelly Yachimovich, líder del laborismo, fracasaron.

El mandatario hebreo  le ofreció a Yachimovich las carteras de Finanzas e Industria, Comercio y Trabajo, al tiempo que se comprometió a apoyar la candidatura del diputado Binyamín Ben Eliezer a la presidencia de Israel para suceder a Shimón Peres.

Yachimovich rechazó las ofertas debido a lo que definió como «enormes diferencias ideológicas».

«Netanyahu habla de reanudar las negociaciones con la Autoridad Palestina para impresionar a Obama; pero no tiene ninguna intención de hacerlo» señaló la líder del Partido Laborista a la vez que apuntó a que el acuerdo firmado entre Netanyahu y Tzipi Livni, líder de Hatnuá, «no fue determinado por factores ideológicos sino por motivos de supervivencia política».

Por su parte, Bennett dijo haber logrado que Netanyahu acepte sus posiciones y las de Lapid acerca de la «igualdad en la carga» y el reclutamiento de los ultraortodoxos al Ejército. Como consecuencia de ello Lapid impugnaría el acuerdo que Netanyahu firmó con Livni.

Miembros de Yesh Atid dijeron que si su partido se suma a la coalición y Lapid se convierte en el nuevo canciller israelí, Livni no supervisará las tratativas con la dirigencia palestina así como le aseguró Netanyahu.

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