La ministra israelí de Cultura y Deportes, Miri Regev, continúa ampliando su brecha con los artistas esta vez tras una entrevista en la que los tachó de «ingratos e hipócritas».
La mala relación de Regev con el sector sobre el que gobierna empeora día a día, tras varias polémicas por tratar de condicionar la financiación de eventos culturales a su «patriotismo» y cancelar las ayudas a varios programas no acordes con sus criterios.
Un grupo de artistas manifestó esta viernes ante el Centro Cultural Einav de Tel Aviv, donde Regev compareció para entregar el Premio de Teatro 2014, para protestar por sus polémicas decisiones.
La situación de Regev empeoró tras la publicación de una entrevista con la revista «At» en la que la ministra admitió que el Ministerio de Cultura «estaba muy lejos de ser su opción favorite» y virtió graves insultos contra los artistas a quienes despreció por engreídos.
La grabación en la que se la oye insultar a su sector fue difundida por los canales de la televisión israelí.
Preguntada por varios artistas que la criticaron cuando se conoció su nombramiento, Regev contestó: «Sabía que el mundo de la cultura era desagradecido e hipócrita y no siento que quiera trabajar para ellos. Se que tengo que trabajar para gente que es desagradecida y eso me molesta».
«No hay gratitud en el mundo de la cultura, es un mundo de ingratos», añadió.
Regev aseguró que los artistas «creen que lo saben todo. Algunos son hipócritas. Tengo que trabajar para ellos, pero esto es una lección para mi, trabajar para gente a la que no gusto».
«¿Quién quería siquiera ser ministra de Cultura y Deportes? ¿Quién quiere protegerles, a los artistas?. Se que mi primera batalla será pelear por un presupuesto de cultura; y me digo: ¿para quién estoy trabajando?, para un puñado de ingratos".
En una aclaración posterior emitida en un comunicado, la ministra aseguró que no se refería a todos los artistas, sino sólo a algunos como Oded Kotler, Yair Garbuz y otros que a su entender insultaron al público israelí.
Las críticas de artistas y políticos de la oposición fueron inmediatas.
La diputada Zehava Gal-On, líder del partido Meretz, se preguntó «¿Qué más tiene que ocurrir para que el primer ministro se de cuenta de que no se puede abandonar la libertad de cultura y creatividad en manos de la censora Miri Regev?».
El reconocido actor Moshe Ivgi, por su parte, se mostró «pasmado"» por las declaraciones y señaló que Regev «hace tiempo que cruzó una línea roja. No sólo no cambia si no que se vuelve más agresiva. No podemos quedarnos callados ante esto», dijo.
Las hostilidades entre ella y gran parte del mundo cultural se iniciaron hace dos semanas cuando amenazó con cortar las subvenciones a un teatro Al-Midán, cuyo director, Norman Issa, un árabe israelí, rehusó hacer una representaciones en asentamientos judíos de Cisjordania.
Desde entonces, Regev se convirtió en una de las figuras más activas de la campaña del gobierno contra lo que considera un gran movimiento que pretende deslegitimar a Israel con presiones internacionales y boicots.
La titular de Cultura reiteró que su ministerio no apoyará financieramente espectáculos que, según el actual gobierno, atenten contra la legitimidad del Estado.
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