El primer ministro Binyamín Netanyahu advirtió en la reunión semanal del Gobierno que Israel podría verse inundado de inmigrantes llegados ilegalmente de África.
El creciente número de inmigrantes que entran en el Estado judío sin el debido permiso es uno de los temas prioritarios del gobierno tras una ola de delitos, incluyendo violaciones, atribuidos a ellos.
Según Netanyahu, su llegada «amenaza el tejido de la sociedad israelí, su seguridad nacional y su identidad nacional».
El primer ministro agregó que si no se detiene el influjo, «60.000 infiltrados podrían llegar a ser 600.000, y conducir a la erradicación de Israel como Estado judío y democrático».
Más de 50.000 africanos llegaron a Israel desde el 2005, huyendo de la persecución y la pobreza en sus países.
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