Luego del alboroto que generó la expiración de la Ley Tal y la incapacidad del Gobierno por encontrarle una alternativa, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) enviarán a principios de septiembre las órdenes de reclutamiento a unos 7.500 ultraortodoxos.

Los avisos exigirán a jóvenes ultraortodoxos de entre 17 y 18 años llamados para ser alistados en el 2013, presentarse en las oficinas de reclutamiento para comenzar el proceso de determinar dónde van a servir. Aún así, las posibilidades de que el Ejército realmente haga cumplir los avisos se consideran muy bajas.

Bajo la protección de la Ley Tal, los ultraortodoxos solamente debían acudir a las oficinas para firmar el formulario que asentaba su decisión de aplazar el servicio militar indefinidamente con el fin de continuar con sus estudios religiosos. Ahora, y teóricamente, deberán someterse al proceso de selección igual que todos los ciudadanos.

Según las evaluaciones, para el 2013 los ultraortodoxos constituirán el 13% de todos los hombres en edad militar; sin embargo, la realidad demuestra que tan solo un 30% de ellos realiza el servicio completo o el servicio civil alternativo.

En un informe publicado en el diario «Haaretz», el portavoz de las FDI aseguró que obedecerán la decisión de la Corte Suprema de Justicia, y que el Ejército ya está preparando las listas con todos los hombres seleccionados. El vocero agregó que «la forma en que se alistará a la población ultraortodoxa aún no ha sido determinada», pero reforzó la idea de que ésta se adaptará, en la medida de lo posible, a las necesidades especiales de los estudiantes ultraortodoxos.

A pesar de todo esto, la comunidad ultraortodoxa parece estar muy preocupada. El consejo del partido Degel HaTorá, considerado el flanco ultraderechista de la comunidad, dejó muy en claro su oposición al proyecto e instó a los jóvenes a evitar firmar cualquier documento.

El objetivo del Ejército es aumentar el número de ultraortodoxos que sirvan mediante la ampliación de las vías de servicio especial que ha creado para ellos en varias unidades tecnológicas y de logística, y quizás también por medio de la creación de otra unidad de combate ultraortodoxa. La nueva unidad probablemente no será de infantería como la ya existente «Nahal Haredí», sino que se está considerando la creación de una defensa aérea o un equipo de rescate. Asímismo, las FDI apoyan ampliar las opciones de servicios civiles para ultraortodoxos que no son aptos para el servicio militar.

Mientras tanto las FDI y el ministerio de Defensa trabajan en una nueva legislación que, esperan, satisfaga tanto el Tribunal Superior como a los partidos políticos relevantes.

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