El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, es esperado este miércoles en Jordania, primera etapa de una gira destinada a crear una coalición contra el Estado Islámico (EI) en Irak, en el marco de un plan de acción que el presidente estadounidense, Barack Obama, detallará por la tarde.
En la víspera del 13° aniversario de los atentados del 11 de setiembre, Obama presentará oficialmente durante un discurso solemne en la Casa Blanca, la estrategia de Estados Unidos para «degradar y por último destruir al grupo terrorista».
«Quiero que los estadounidenses comprendan la naturaleza de esta amenaza y que estén confiados en cuanto a que seremos capaces de enfrentarla», explicó, prometiendo, un mes después del lanzamiento de ataques precisos en Irak, una nueva fase, más ofensiva, manteniéndose fiel a su credo: no a las tropas de combate estadounidenses sobre el terreno.
Después de Ammán, Kerry se dirigirá a Yedá, Arabia Saudita, donde a partir del jueves y durante dos días se reunirá con sus homólogos de Jordania, Irak, Egipto y Turquía y de las seis monarquías del Golfo: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
Esa reunión está destinada a abordar la cuestión del terrorismo en la región, las organizaciones extremistas y los medios para combatirlos.
Los países árabes de primer plano ya afirmaron su voluntad de apoyar el proyecto estadounidense de coalición.
Egipto, país clave de la región, confirmó su apoyo político a Estados Unidos, y advirtió que una participación en el ámbito de seguridad se debería hacer «en el marco de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU».
Los países de la Liga Árabe ya afirmaron su determinación para «hacer frente a los grupos terroristas», entre ellos, los yihadistas del EI, en Siria e Irak, donde a fines de junio proclamó la creación de un «califato» en las regiones que controla.
Numerosas países celebraron la formación de un nuevo Gobierno de unidad en Bagdad, encabezado por el nuevo primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi.
Este último reclamó, sin embargo, una semana más de plazo para designar a los titulares de los dos ministerios esenciales en la lucha contra el EI, los de Interior y Defensa.
Kerry, por su parte, saludó la «etapa mayor» que representa la nominación de este nuevo Ejecutivo y prometió construir una coalición internacional duradera y amplia para combatir al EI subrayando que cada nación tiene un papel que cumplir para eliminar a los yihadistas que aterrorizan Irak y Siria.
Más de 40 países aceptaron para participar de diferentes formas en esa coalición.
«Todos los países tienen un papel que jugar para acabar con la amenaza del EI y el mal que representa», señaló Kerry.
Algunos países aportarán «asistencia militar, directa o entrenando, armando, equipando y asesorando».
Otros contribuirían con ayuda humanitaria para civiles atrapados en los puntos de mira del EI, ayudando a obstruir su financiación, deteniendo el flujo de combatientes extranjeros a los campos de batalla y contraatacando su propaganda.
Entre los países que declararon su apoyo a la coalición están Australia, Canadá y Gran Bretaña y Francia.
Según funcionarios estadounidenses, naciones como Albania, Estonia, Dinamarca, Finlandia y Japón prometieron ayuda financiera para asistencia humanitaria a fin de ayudar a los civiles atrapados.
Kerry advirtió que la lucha contra el EI podría no ser rápida e incluso que la próxima administración de la Casa Blanca tendría que completarla, a partir de 2017. Por ello, la coalición está destinada a durar «meses e incluso años».
La construcción de la coalición internacional continuará en reuniones paralelas de la Asamblea General de Naciones Unidas que tendrá lugar a finales de septiembre en Nueva York, cuando Obama presida una reunión del Consejo de Seguridad sobre la amenaza de grupos yihadistas extranjeros.
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