La organización terrorista Hezbolá instó a la unidad de los libaneses frente a las «amenazas de Israel» y apoyó al Movimiento Patriótico Libre (MPL), posiciones que elevaron presagios de un desbloqueo de la crisis política en Líbano.
Al pronunciar un discurso con motivo del noveno aniversario del fin de la guerra de 2006 contra Israel, el secretario general de Hezbolá, jeque Hassan Nasrallah, cerró filas junto a su aliado cristiano, el general retirado Michel Aoun, jefe del MPL.
Nasrallah remarcó la necesidad de la unidad de Líbano y advirtió que las frecuentes provocaciones del régimen sionista prueban la vigencia del peligro que se cierne sobre la seguridad e integridad de esta nación árabe, a pesar de su «capacidad de soportar, resistir y abortar planes de Israel».
En rechazo a quienes critican a Hezbolá su negativa a desarmarse, Nasrallah defendió la fórmula «ejército-pueblo-resistencia» como la más efectiva para enfrentar una eventual «agresión del Gobierno sionista».
«Si triunfamos en 2006, aún estando divididos, cómo sería si estuviéramos unidos frente a las amenazas del terrorismo y de Israel», se preguntó el jeque a la vez que llamó a los demás líderes políticos a sobreponerse a los conflictos «para confrontar la amenaza a la supervivencia de Líbano».
«La resistencia continúa y fue ella la que consiguió la victoria en la Guerra de los 34 días (2006), y la que cambió la correlación de fuerzas al desarticular planes hegemónicos», enfatizó el dirigente, quien igualmente subrayó el invariable respaldo de Irán.
Nasrallah aseveró que a partir de ahora no habrá una sola estrategia israelí que pueda tener éxito en Líbano, y acusó a Estados Unidos de «trabajar para dividir la región, exacerbar conflictos sectarios y confesionales, y frustrar procesos disidentes del esquema que pretende imponer en el área».
El secretario general de Hezbolá reiteró que «la estrategia de la resistencia es la del Valle de Al Hujair, donde se estrelló la leyenda del tanque Merkavá y del supuesto ejército invencible (en alusión a Israel)».
«El verdadero plan estadounidense es fragmentar la región, desde Irak hasta Siria, incluido Arabia Saudita», denunció Nasrallah, quien también descartó una victoria militar de Riad y de Washington en Yemen «mientras exista en los yemenitas la voluntad y la constancia requeridas».
Respecto a asuntos políticos de Líbano, el líder de Hezbolá patentizó su adhesión irrestricta al cristiano maronita Michel Aoun, jefe del MPL, como candidato a la presidencia del país, un cargo vacante desde mayo de 2014 debido a las disputas entre los principales bloques parlamentarios.
«No aceptaremos que alguno de nuestros aliados sea aislado o derrotado. Nadie será capaz de lograrlo», apuntó Nasrallah en alusión a Aoun, a quien describió como una «senda obligatoria» en la elección del presidente y en la actuación del Gobierno, así como en la polémica por la jefatura del Ejército.
El jeque abogó por un estado de real asociación capaz de resolver todas las crisis imperantes en Líbano y consideró que se deben hallar soluciones a los problemas, «el mayor de los cuales es que un importante segmento de los cristianos sienten la sensación de marginación y eliminación», apuntó.
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