La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU confirmó la llegada de ayuda al poblado de Madaya y el comienzo de la descarga de suministros de salud, alimentarios y nutricionales.
Asimismo, señaló la salida desde Damasco de vehículos con asistencia para las localidades de Kafraya y Foah en el noroccidente sirio.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU acudió al auxilio de 42.000 habitantes atrapados en Madaya, a 40 kilómetros de la capital, que está en estado de hambruna.
Al mismo tiempo y de forma coordinada, los 20.000 habitantes de Foua y Kafraya, asediada por los rebeldes en la provincia de Idleb (noroeste) también recibieron asistencia.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la situación en estas ciudades es menos dramática que en Madaya, ya que la aviación del régimen del presidente Bashar al-Assad logró lanzar cargamentos con comida en ellas.
De acuerdo con el coordinador humanitario en el terreno, Yacoub el Hillo, los convoyes son el resultado de «largas y pacientes negociaciones» con las partes en conflicto.
«Si bien se trata de acciones clave para personas urgidas de ayuda, nos preocupa que decenas de miles sigan viviendo en áreas sitiadas y de difícil acceso por las hostilidades, advirtió El Hillo y llamó a la partes enfrentadas a facilitar el acceso a la asistencia humanitaria.
Desde marzo de 2011, Siria se ve acosada por una sangrienta guerra civil. La ONU estima que más de 250 mil personas perdieron la vida durante el conflicto, mientras 11 millones dejaron sus hogares para refugiarse en otras partes del país o en naciones de todo el mundo, un escenario también provocado por el auge del accionar de grupos terroristas Hezbolá, apoyado por Irán, el Estado Islámico (EI) y el Frente Jabhat al-Nusra, vinculado a Al Qaeda.
Se espera que el 25 de enero, el Gobierno y los opositores no incluidos en la lista de terroristas comiencen en Ginebra una nueva ronda de diálogo para poner fin a la crisis, en sintonía con la resolución 2254 adoptada el pasado mes por el Consejo de Seguridad, una hoja de ruta para lograr la paz en ese país.
El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, realiza gestiones para garantizar la celebración exitosa de las tratativas. En los últimos días, el diplomático conversó en Arabia Saudita con representantes de la oposición y en Siria con autoridades del Gobierno de Assad.
Su periplo regional incluyó además Irán, a partir de preocupaciones de la ONU ante la posibilidad de que la reciente escalada de tensiones entre Riad y Teherán afecte el proceso.
Para De Mistura, resulta clave llegar a las negociaciones de Ginebra en un ambiente favorable y con el respaldo de la comunidad internacional, en particular del llamado Grupo de Apoyo Internacional a Siria, el cual integran Arabia Saudita e Irán. Ese grupo se reunió en el último trimestre de 2015 dos veces en Viena y una en Nueva York, encuentros que hicieron posible la resolución 2254 del Consejo.
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