Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bloquearon este lunes la entrada a los no residentes de la ciudad cisjordana de Ramallah, donde tiene su sede la Autoridad Palestina (AP), tras el ataque cometido la víspera por un palestino que dejó tres soldados heridos.
El puesto de control donde se produjo el ataque, el de Beit-El, así como todos los demás del norte de Cisjordania, estaban cerrados este lunes por la mañana, salvo uno, constataron medios locales. Ahí, los vehículos formaban largas colas, y podían entrar tras ser registrados.
Un gran número de palestinos, trabajadores humanitarios y diplomáticos se desplazan a diario a Ramallah para ir a trabajar.
«De acuerdo con la situación tras el ataque de este domingo se tomaron medidas de seguridad en la zona y sólo los residentes de Ramallah pueden entrar en la ciudad», dijo una portavoz de las FDI. La medida se aplicó también a extranjeros, precisó.
El levantamiento de la medida dependerá de las informaciones de que dispongan las FDI relativas a la seguridad, según esta portavoz.
El ataque se produjo cuando un palestino que trabajaba como guardia de la oficina del fiscal general en Ramallah abrió fuego contra el puesto de control a las afueras de la ciudad, hiriendo a tres soldados de las FDI antes de ser abatido.
Aunque los diplomáticos extranjeros no están directamente afectados por la medida de bloquear el acceso a Ramallah, «las restricciones a los palestinos tienen efectos» en nuestra actividad, indicó un diplomático occidental,
«Se suspendieron varias reuniones porque nuestros interlocutores palestinos no pudieron acudir», explicó.
Palestinos que hacían colas para dejar Ramallah afirmaron que se trata de una medida punitiva colectiva tras el ataque del domingo.
Este mismo lunes soldados de las FDI abatieron a un palestino armado con un cuchillo cerca del asentamiento de Salit, también en Cisjordania.
«Los soldados vieron a un sospechoso que intentaba infiltrarse en la localidad de Salit, al este de Kfar Saba. Cuando efectivos de las FDI se acercaron al sospechoso, éste intentó apuñalar a los gendarmes y ante la amenaza inmediata, los soldados lo mataron», afirmó un comunicado militar israelí.
El palestino, Ahmed Toba, de 17 años, era oriundo de una localidad del norte de Cisjordania, indicó una fuente de seguridad palestina.
Muchos analistas atribuyen esta situación a la creciente frustración entre los jóvenes palestinos ante la ocupación israelí, la falta de progresos en las negociaciones de paz, la perspectiva cada vez más lejana de tener un Estado propio y la falta de liderazgo de la propia dirigencia palestina.
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