Alemania, Francia y la ONU exhortaron a Israel a revertir la expropiación de tierras en Cisjordania. Una portavoz del Ministerio de Exteriores alemán afirmó que Berlín teme que se utilicen las tierras expropiadas para expandir los asentamientos judíos, lo que dificultaría un acuerdo con los palestinos.
La vocera, Sawsan Chebli, dijo que «el gobierno alemán lamenta esta decisión y espera sea revertida».
La Oficina Coordinadora de Actividades en los Territorios, (COGAT, por sus siglas en inglés), el órgano militar israelí que administra los asuntos palestinos civiles, confirmó que se declaró tierra gubernamental a unas 235 hectáreas cerca de la ciudad de Jericó, en Cisjordania.
Chebli afirmó que la decisión de Israel «manda un mensaje equivocado en el momento equivocado».
También Francia expresó su preocupación por la decisión del COGAT.
Una medida similar de 150 hectáreas fue decidida en el mismo sector del valle de Jordán, cerca de Jericó, en el mes de enero, según una breve declaración del Ministerio galo de Exteriores.
«La colonización constituye una violación del derecho internacional y contradice los compromisos de las autoridades israelíes a favor de la solución de dos Estados». La promoción de esta solución es el objetivo que guía la acción diplomática de Francia, precisa la fuente.
París está promoviendo una propuesta con el fin de reactivar las negociaciones entre israelíes y palestinos. Para ello busca convocar a una conferencia internacional en los próximos meses.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, urgió a Israel a dar marcha atrás a su decisión de convertir en «tierra estatal» las 234 hectáreas en Jericó y recordó que los asentamientos judíos son «ilegales».
«El secretario general ve en la reciente clasificación por parte de las autoridades israelíes de unas 234 hectáreas de territorio en la Cisjordania ocupada como tierra estatal un impedimento para la solución de dos Estados», informó el portavoz de Ban, Stéphane Dujarric, en su conferencia de prensa diaria.
El vocero destacó que esa acción apunta a un «incremento de las actividades de asentamientos y demuestra que Israel continúa adelante en la consolidación de su control sobre Cisjordania».
«Los asentamientos son ilegales bajo la ley internacional y el secretario general urge al Gobierno de Israel a detener y dar marcha atrás a esas acciones en interés de una paz justa y global», añadió.
En los últimos meses, la ONU repitió en numerosas ocasiones que la ampliación de los asentamientos está poniendo en peligro la solución de dos Estados, la que promueve la organización para poner fin al conflicto de Oriente Medio.
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