La ministra de Justicia israelí, Tzipi Livni, advirtió a Rusia de que el suministro de misiles antibuque Yakhont con radar avanzado y de cuatro sistemas de baterías antimisiles S-300 al Ejército sirio puede resultar «decisivo» en el conflicto en Siria.

En una entrevista concedida a la radio militar israelí, «Galei Tzáhal», Livni recalcó que dichos armamentos «no son armas cualquiera, son decisivas y por eso hay una responsabilidad de todas las potencias globales, Rusia inclusive, de no suministrarlas».

Livni también alertó de que esas armas podrían caer en manos equivocadas y convertirse en una amenaza para Israel.

«Esos armamentos podrían llegar a otros en Siria o Líbano», sostuvo la ministra, en alusión a las milicias islamistas vinculadas a la organización terrorista Al Qaeda que actúan en Siria y a la libanesa chiíta Hezbolá.

En este contexto, Livni subrayó que Israel tiene el derecho a defenderse, sin aludir a los bombardeos que, según medios extranjeros, fueron perpetrados el pasado mes contra cargamentos de misiles procedentes de Irán para ser entregados a Hezbolá.

También Estados Unidos acusó a Rusia de «alentar» al Gobierno de Bashar al-Assad y «alargar» el conflicto que golpea Siria desde marzo de 2011.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, afirmó que suministrar armas sofisticadas al Ejército sirio fue «una decisión inapropiada, inoportuna y desacertada».

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