El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, coincidieron en que la crisis siria puede tener consecuencias desastrosas tanto para el propio país árabe como para toda la región de Oriente Medio.
«Despierta una especial preocupación la situación en Siria. Mi colega y yo coincidimos en que la continuación del conflicto armado en ese país puede derivar en las más funestas consecuencias tanto para Siria como para toda la región», apuntó Putin tras reunirse con Netanyahu en la ciudad balneario rusa de Sochi, en el mar Negro.
Al mismo tiempo, el líder ruso advirtió en la rueda de prensa celebrada al término de la reunión del peligro de emprender acciones que puedan desestabilizar aún más la situación en Siria.
«En esta etapa es especialmente importante evitar acciones capaces de desestabilizar aún más la situación», afirmó Putin.
Las declaraciones del presidente de Rusia llegan después de que a comienzos de este mes se produjera un bombardeo contra unas instalaciones militares cerca de Damasco, acción que medios extranjeros atribuyeron a Israel, pero que el Gobierno del Estado judío no confirmó ni desmentió.
Aunque Rusia no condenó entonces el ataque, sí advirtió sobre el peligro de que el conflicto armado en Siria se propague a la frontera entre Israel y Líbano.
«Únicamente el fin del conflicto armado y la transición hacia la negociación política pueden prevenir el desarrollo de un escenario negativo», agregó Putin.
Por su parte, Netanyahu subrayó que Israel persigue la paz con sus vecinos árabes.
«Aspiramos a la paz con todos nuestros vecinos. Hemos logrado firmar acuerdos con Egipto y Jordania y quiera Dios que consigamos hacer lo mismo con el resto y conservar lo que tenemos», indicó el primer ministro israelí.
Netanyahu agregó, sin embargo, en alusión a Israel, que tratados de paz se firman sólo con Estados fuertes, capaces de defenderse.
«Nuestro objetivo es defender a nuestros ciudadanos, y es lo que hacemos siempre», aseveró.
Durante su encuentro, ambos líderes prestaron especial atención a cuestiones de seguridad en la región y acordaron impulsar la cooperación bilateral en todos los ámbitos, incluidos los servicios secretos, en palabras del jefe del Kremlin.
«Tratamos de buscar juntos el camino para reforzar la estabilidad y la seguridad en nuestra región», explicó Netanyahu.
Al inicio de la reunión, Putin destacó el carácter positivo de las relaciones bilaterales entre ambos países y recordó su último viaje a Israel, en el que había presenciado la inauguración de un monumento a los soldados soviéticos muertos en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras, Netanyahu alabó Sochi y propuso celebrar la siguiente reunión en la ciudad israelí de Eilat, a orillas del mar Rojo. «Las dos ciudades son tranquilas. Sin embargo, últimamente hemos sufrido varios ataques con proyectiles desde la península del Sinaí», destacó.
La visita de Netanyahu a Rusia se produjo después de las efectuadas la semana pasada a Moscú por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ambas dedicadas a la situación en Siria.
Moscú y Washington propusieron celebrar una conferencia internacional sobre Siria con la participación de todas las partes involucradas en el conflicto, que podría tener lugar ya a fines de este mes.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció, tras reunirse en la Casa Blanca con Cameron, que dicha conferencia tendrá lugar en Ginebra en las próximas semanas.
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