El Rabino Rick Jacobs, presidente de la Unión para el Judaísmo Reformista (URJ), aseguró en una entrevista realizada por el diario israelí «Haaretz», que los problemas políticos y religiosos que azotan hoy al Estado de Israel no reflejan los valores fundamentales de los judíos norteamericanos.

«Las conversaciones sobre Israel a menudo polarizan, por lo que hemos dejado de tenerlas. Esa es la peor desconexión que existe», explicó Jacobs, quien se lamento por la brecha que se está abriendo entre los judíos de ambos países. Hay una comunidad que se preocupa mucho acerca de Israel, pero que no se encuentra dentro de los estrechos parámetros en los cuales el mundo judío organizado se ha enmarcado», señaló.

Jacobs, también cree que los judíos deben insistir en una nueva definición de la religión y el Estado de Israel. «Tiene que haber un sentido de igualdad en donde la nación hebrea otorgue a los judiós no ortodoxos el mismo tipo de oportunidades judías. Debido al proyecto de ley de conversión y la falta de igualdad en el matrimonio, los judíos estadounidenses no ven un Israel que refleje sus valores fundamentales».

Actualmente el rabino está tratando de conseguir la influencia significativa de la estructura de la Federación de EE.UU, a fin de obligar a Israel a iniciar un diálogo sobre estos temas controvertidos. «Las Federaciones no pueden ignorar esto», afirmó. «Durante décadas hemos dicho que, debido a los problemas existenciales como el conflicto con los palestinos e Irán, no podemos tener conversaciones acerca de la religión y el Estado. No descarto que hay serios desafíos, pero también hay un grave problema interno para hablar sobre el carácter de lo que Israel está haciendo».

Desde que hace cinco meses sustituyo a su antecesor, el Rabino Eric Yoffe, como presidente de la URJ, Jacobs se propuso reclamar su lugar en la vanguardia de la dirección nacional de la comunidad judía estadounidense. En su opinión, su nombramiento refleja una realineación fundamental de la estructura institucional de los judíos estadounidenses y el comienzo de un nuevo y fundamental intento de reforma entre las Federaciones y las sinagogas.

«Se solía pensar de nosotros como los cajeros automáticos de Israel: Vamos a tener un evento, vamos a identificarnos con el Gobierno de Israel, haga lo que haga, y la gente va a dar dinero. Pero ya no funciona de esa manera. Las Federaciones pueden ser socios para nosotros», aclaró Jacobs asegurando que ambas entidades «están en peligro y necesitan reinventarse a si mismas. Creemos que nuestras instituciones pueden hacer frente a estos desafíos juntos».

«En los viejos tiempos, el Movimiento Reformista se reunía con él mismo para decidir qué hacer y luego hacerlo. Pero la verdad es que más personas están ahora fuera de las sinagogas y fuera de las Federaciones. Esa es la realidad. Tenemos que encontrar la manera de llegar a esos grandes espacios públicos de la vida judía, lugares donde no sólo los no afiliados están allí, sino también los desanimados», agregó.

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