Varias decenas de personas resultaron heridas en los enfrentamientos registrados este miércoles entre palestinos y agentes de la policía frente a la Mezquita de Al Aqsa, en el Monte del Templo, en Jerusalén.
«Los choques se produjeron después de que palestinos enmascarados comenzaron a lanzar piedras, fuegos artificiales y otros productos pirotécnicos a la policía cuando el Monte del Templo se abrió para las plegarias de la mañana», señaló Micky Rosenfield, portavoz de la policía israelí.
«La policía persiguió a los manifestantes hacia a la mezquita de Al Aqsa, y éstos se atrincheraron dentro del recinto y siguieron lanzando objetos hacia las fuerzas del orden», dijo Rosenfield.
Al menos un cóctel Molotov se lanzó a los agentes, pero no estalló.
«El incidente se saldó con tres policías heridos leves», agregó.
Por su parte, guardias de seguridad destacados en esa mezquita explicaron que las fuerzas hebreas llegaron al Monte del Templo en torno a las 7:30 horas para preparar una visita de israelíes que tenían previsto acudir allí con motivo de la Fiesta de Sucot.
Después de que varios fieles les lanzaran piedras, los agentes israelíes respondieron lanzando gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y pelotas de goma, dejando a decenas de palestinos heridos, según informó el director de la Mezquita de Al Aqsa, Omar al-Kiswani, citado por «Haaretz» y el portal «Walla».
Algunas de las granadas aturdidoras llegaron al interior de la mezquita, lo que provocó un incendio que los bomberos no pudieron sofocar en primer momento porque no se les dejaba acceder al recinto.
«La mezquita está casi vacía de fieles musulmanes, mientras las fuerzas israelíes autorizan a extremistas a irrumpir en la explanada y moverse libremente», relató Al Kiswani.
Varios testigos dijeron que las fuerzas israelíes lograron desalojar a los palestinos de la explanada, salvo a aquellos que se refugiaron en el interior de la mezquita, que fue clausurada con cadenas.
El Monte del Templo es el lugar sagrado más destacado del judaísmo y el tercero para los musulmanes, y es un punto habitual de protestas.
La decisión tomada esta semana por el Ministerio israelí de Turismo de ampliar la entrada al complejo fue criticada por líderes palestinos como un cambio unilateral sobre la situación del sensible lugar sagrado.
Las tensiones están altas en Jerusalén desde que terroristas de Hamás secuestraron y asesinaron a tres adolescentes judíos en Cisjordania en junio y extremistas judíos asesinaran a un joven palestino unas semanas más tarde, en un ataque de venganza.
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