El ex presidente israelí, Shimón Peres, se pronunció en contra del proyecto de «Ley de Nacionalidad» para que Israel sea el Estado-nación del pueblo judío.

En una ceremonia conmemorativa en honor al primer jefe del Gobierno israelí, David Ben Gurión, donde se encontraba su casa y donde está enterrado, el kibutz Sdé Boker en el Negev, Peres dijo que «el proyecto podría sacudir a la nación y destruir el Estado democrático de Israel».

El ex mandatario indicó que el plan es un intento de «subyugar la Declaración de Independencia de Israel a necesidades políticas fugaces».

«La voz de Ben Gurión exige que seamos lo que Israel estaba destinado a ser: un Estado modelo cuerdo e inteligente, que busca la justicia, la igualdad y la paz en lugar de buscarse conflictos religiosos cuyas dimensiones pueden ser catastróficas», subrayó Peres en la ceremonia, a la que también asistieron su sucessor, el presidente, Reuvén Rivlin, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.

También Netanyahu hizo referencia a la herencia de Ben Gurión y dio a entender que está en consonancia con el proyecto de ley.

«Ben Gurión no vio la Declaración de Independencia como la última palabra», señaló Netanyahu.

«Fue una etapa importante, pero sólo una etapa en el proceso de definición del sionismo, Ben Gurión hizo hincapié en el hecho de que Israel era el Estado-nación del pueblo judío», agregó.

Hace dos días Rivlin criticó el proyecto de ley, cuyo debate en el Parlamento se aplazó al miércoles que viene, pero aunque por ahora no tiene fecha de votación.

A su vez, dos líderes históricos del Likud, la formación de Netanyahu, Benny Begin, hijo de Menajem Begin, y Dan Meridor, declararon que «este no es el Likud liberal y nacional que conocimos sino un partido que desde hace años deriva hacia la derecha extremist».

«No es el carácter judío del Estado lo que está en discusión sino el reconocimiento de los derechos de las minorías», añadió Meridor.

Por su parte, el diputado árabe Ahmed Tibi manifestó que el proyecto de ley confirma que es Israel es una «judeocracia».

La oposición sostiene que la iniciativa legislativa llega al Parlamento apenas unas semanas antes de que el Likud celebre sus elecciones primarias y que esto explica el apresuramiento de Netanyahu para aprobar la ley cuanto antes y satisfacer a los votantes, que ideológicamente no son los mismos que en su momento sostuvieron a Menajem Begin.

«Si se aprueba,  la ley sacará al Estado de Israel de la comunidad de las naciones democráticas y le dará una plaza de honor junto a los regímenes oscuros en los que se persigue a las minorías», dice el editorial de «Haaretz».

El líder palestino, Yasser Abed Rabbo, consideró que la iniciativa confirma que Israel es «un Estado racista, ahora ya de manera oficial».

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