El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ordenó aumentar en 400 efectivos la dotación policial en Jerusalén, así como reforzar la seguridad en la carretera 443, que atraviesa Cisjordania, y endurecer las penas a menores que tiren piedras.
El jefe del gobierno ordenó además destinar dos compañías adicionales de Policía a la ciudad.
La carretera 443, una de las dos vías que unen a la capital de Israel con Tel Aviv, fue escenario en el último mes de varios ataques de palestinos contra civiles y militares israelíes.
Servicios de seguridad informaron que estudiarán la posibilidad de poner más cámaras e iluminación en todo su recorrido.
Las decisiones se tomaron en un encuentro del mandatario hebreo con, entre otros, el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, el de Seguridad Interior, Gilad Erdán, el titular de Inteligencia y Transporte, Israel Katz, la de Justicia, Ayelet Shaked, y el jefe del Shin Bet, Yoram Cohen, después de que la pasada semana Netanyahu anunciase que se tomarían medidas frente a los últimos ataques.
«La política es de cero tolerancia con los que tiran piedras y cero tolerancia con el terrorismo», afirmó el jefe del gobierno en la reunión.
También señaló que, dadas las dificultades legales de hacer frente a los menores que tiran piedras y bombas incendiarias, se deberán cambiar las órdenes de comportamiento de las fuerzas y se deberán imponer, por ley, sentencias mínimas.
El pasado julio el Parlamento israelí aprobó una enmienda que elevó hasta 20 años de prisión las penas para los jóvenes que agredan o arrojen piedras contra civiles y fuerzas de seguridad.
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