El interrogante ideológico de explicar qué es el sionismo cobró sorprendente actualidad en la campaña electoral israelí que es más reñida de lo esperado.
En un intento por quitar votos a la derecha de Netanyahu, la oposición relativamente liberal cambió su nombre a Grupo Sionista, lo que dio pie a una polémica sobre un tema que se creía resuelto con la fundación del Estado judío y el reconocimiento internacional.
Desde que adoptó el nombre a principios de diciembre, el Partido Laborista de Itzjak Herzog – reforzado por Hatnuá, una fuerza política menor que encabeza la dirigente Tzipi Livni - asciende en las encuestas.
Según sondeos, el Grupo Sionista empata con el Likud de Netanyahu en las encuestas sobre preferencias electorales.
La polémica sobre quién refleja los ideales del sionismo - y quién puede adjudicarse verosímilmente sus triunfos - confiere un extraño toque filosófico a una campaña que estuvo dominada por temas más triviales como escándalos presupuestarios en la administración de la residencia de Netanyahu.
En este trayecto, el escenario parece listo para una sorprendente apoteosis en los comicios del 17 de marzo.
En la izquierda, los políticos hablan de que el verdadero sionismo obliga el establecimiento de paz e igualdad en la zona, incluida la concertación de la paz con los palestinos y ceder territorios de ser necesario.
Netanyahu se burla de sus rivales, a los que llama «Grupo Anti-Sionista». Sus partidarios tienden a equiparar el término con un Israel que resiste a sus enemigos y específicamente con la expansión de asentamientos en Cisjordania.
Ideológicamente los habitantes de los asentamientos se consideran los verdaderos sionistas, convocados para reclamar la «Tierra Prometida» en su totalidad al margen de las consecuencias.
Danny Danón, parlamentario de alto rango de Likud, arguyó que la oposición debilita a Israel con su excesiva solidaridad hacia los palestinos; también afirma que sectores de la izquierda elogian el rechazo a enrolarse en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) o apoyan el punto de vista árabe de que la fundación del país fue una catástrofe.
«Algunos en ese bando intentan cambiar la naturaleza de Israel y aprovechan el nombre de Grupo Sionista para esconder algunos de los comentarios emitidos por sus miembros», declaró Danón.
Hilik Bar, secretario general del Partido Laborista, respondió que «nosotros, los que nos ocupamos de los aspectos más importantes de la sociedad, aspiramos a alcanzar la paz y negociar con nuestros enemigos: Ese es el verdadero sionismo».
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