Una encuesta publicada este fin de semana en «Israel Hayom» muestra que la mayoría de los judíos de Israel se oponen al establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967 y se niegan a retirarse del Valle del Jordán, así como la división de Jerusalén.
De acuerdo con un sondeo realizado por el instituto de investigación Shivukim-Panorama del Centro Jerusalén para Asuntos Públicos, el 76% se manifestó en contra de un Estado palestino si para ello es necesario dividir la capital israelí en cualquier acuerdo definitivo de paz.
Además, el 74% de los judíos de Israel se opone al establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967, mientras que el 75% se opuso a la creación de un Estado palestino si esto significa la retirada israelí del Valle del Jordán.
Cuando se trata de Jerusalén una sorprendente mayoría, tanto de derecha como de centro, se opone a conceder Jerusalén Este a un futuro Estado palestino. Sin embargo, mientras el 51,5% de los izquierdistas lo apoya, casi el 40% se opone. Esto significa que incluso aquellos que se consideran de izquierda en Israel están en el límite cuando se trata de renunciar a Jerusalén Este. De esto se puede concluir que la mayoría de los judíos israelíes se oponen a una solución de dos Estados, e incluso los de izquierda no están muy seguros de ello. También ilustra que la noción de lo que se considera «de izquierda» en Israel se desplazó a la derecha en los últimos años.
El sondeo encuestó a 505 israelíes judíos, dividéndolos según su orientación política personal. 304 se declararon derechistas, 125 centristas y 68 de izquierda.
Es interesante observar que de los que se consideran centristas, el 63% se opone un Estado palestino en las fronteras anteriores a 1967, en comparación con sólo el 19% de los que se declaran de izquierda.
En particular, el 52% de los israelíes que se identifican con la izquierda del espectro político, se oponen a la sustitución de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) por tropas internacionales en el Valle del Jordán.
Según el sondeo, la subida del Estado Islámico (EI) en Oriente Medio llevó a que el público israelí esté menos dispuesto a aceptar concesiones territoriales en Cisjordania. Sólo el 17% de los encuestados estaría dispuesto a pactos que incluyan retirada de territorios.
Lenny Ben David, director de Shivukim-Panorama, afirmó que la encuesta también debe ser considerada en el contexto del tiempo en que fue realizada.
«Los israelíes fueron encuestados después de la última guerra contra Hamás, el asesinato de los tres adolescentes en Gush Etzión, los ataques verbales del presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás relacionados con Jerusalén, y de la escalada de la crisis en las relaciones con Estados Unidos», señaló.
«A nivel general, la mayoría de los judíos en Israel se opone a volver a las líneas de junio de 1967. Sin embargo, cuando el concepto de un Estado palestino también implica concesiones palestinas, como renunciar al derecho al retorno y el fin al terror, el apoyo a un acuerdo aumenta considerablemente», agregó.
Ben David también se refirió a una posible retirada israelí del Valle del Jordán. «Los israelíes siempre se mostraron en contra de que fuerzas internacionales, como la OTAN o de EE.UU, controlen la seguridad en el Valle del Jordán. Los israelíes no confían en los cascos azules de la ONU o tropas similares, menos aún después de los recientes acontecimientos en Siria, Irak y Líbano», explicó.
El mes pasado, la ONU mandó evacuar a cientos de soldados de sus misiones en los Altos del Golán, entre Siria e Israel, debido a las amenazas que emergen de la guerra civil en ese país. Varios cascos azules fueron secuestrados por fuerzas yihadistas.
Los resultados de la encuesta son compatibles con la agenda del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. Y si bien es peligroso confiar en exclusiva en un solo sondeo para respaldar cualquier reivindicación, esta encuesta específica - sin importar cuán imperfecta o asimétrica sea - pasa a ser un fiel reflejo de las políticas del Gobierno israelí, de gran parte de su retórica y de la realidad en concreto.
Netanyahu repite una y otra vez que Jerusalén es la capital eterna de Israel y nunca será dividida. Los miembros del partido Likud se pronunciaron abiertamente contra la creación de un Estado palestino y los líderes de los partidos ultranacionalistas, Israel Beiteinu y Habait Haiehudí, no pueden ser más explícitos en lo mucho que se oponen a la idea de un Estado palestino.
Hace pocos días, el ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón, dijo claramente que «no busca una solución, sino que está analizando una forma de gestionar el conflicto y mantener relaciones de forma que funcione para nuestros intereses. Tenemos que liberarnos de la idea de que todo se reduce a una sola opción llamada Estado palestino».
Se entiende que a pesar de que muchas encuestas en los últimos años mostraron y siguen mostrando que la mayoría de los judíos israelíes apoyan la solución de dos Estados a lo largo de las fronteras de 1967 con intercambios de tierra, tal sentimiento se refleja cada vez menos en la forma en que los israelíes votan y hablan. Esta nueva encuesta parece proporcionar una evaluación mucho más honesta de la realidad sobre el terreno y la realidad en los pasillos del Gobierno.
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